sábado, 17 de enero de 2015

LA TARJETA POSTAL.Una ventana de cartón abierta a la historia.


Fue en 1869 cuando Austria inició la emisión de tarjetas postales. La idea fue del profesor Emanuel Hermann con el propósito de estimular el negocio del correo. Las primeras tarjetas fueron cartulinas color café claro diseñadas sólo para escribir textos breves. Tenían impresa una estampilla por la mitad del valor del franqueo de una carta simple.
Inicialmente sólo podían circular dentro del Imperio Austrohúngaro, pero fue tal su éxito que en un par de años su uso se había extendido por toda Europa. Pronto incorporaron las imágenes. Así, la tarjeta postal comenzó a exhibir en su anverso fotografías, pinturas, retratos, dibujos, paisajes, flora, fauna, escenas eróticas, tipos autóctonos.
A comienzos del siglo XX finalizó el monopolio del correo en la producción de tarjetas postales y los particulares comenzaron a editarlas. El negocio no decayó para la repartición oficial, pues a partir de ese momento los usuarios abonaban el franqueo normal.
La primera tarjeta postal argentina se puso a la venta el 2 de octubre de 1878. Costaba cuatro centavos y en el timbre llevaba impreso el busto de Esteban de Luca. En 1897 el Correo Argentino emitió las primeras postales con vistas fotográficas. La finalidad era hacer conocer nuestro país en el mundo. Esto fue posible merced a un convenio celebrado con la Union Postal Universal, ya que al principio, nuestras tarjetas estaban limitadas a una circulación interna.
Dijo Rubén Darío en una nota del diario La Nación en 1903, “una ó dos palabras puestas en una tarjeta postal ilustrada que echáis en el próximo buzón, llevan vuestro recuerdo con la imagen del paisaje ó el lugar en que escribís”.
No tardó la tarjeta postal en convertirse en objeto de colección. En sus gastadas cartulinas testimonian épocas, paisajes fundacionales, vestimentas, estilos de vida. La mudanza del tiempo está pintada en ella. No tienen desperdicios, pues sus reversos dicen tanto como sus frentes. Dedicatorias que puntualizan datos necesarios para reconstruir momentos, editores y fotógrafos que utilizaron lo mejor de su sensibilidad para escoger una vista, timbres que revelan fechas y valores en curso.

La tarjeta postal es una ventana de cartón abierta a la historia.


Calle Bernardo de Irigoyen y Avenida Colón. Edición Lemus. La dedicatoria nos da la fecha, 1930. Está firmada a bordo de la Fragata Sarmiento, buque escuela de nuestra Armada entre 1898 y 1961.

Calle Bernardo de Irigoyen y Humberto Primero. Se ve un cartel que dice Lemus a la izquierda, y es notable el cartel del Bar Japonés. Después de 1928 su nombre cambió por el actual Central. No está la garita del policía que se observa en postales posteriores, y se puede apreciar la luminaria en medio del cruce de calles.


Calle B. de Irigoyen. Se ven letreros de viejos negocios y el paso de antiguos autos. Es Edición Lemus, fechada en la Fragata Sarmiento el 7 de Mayo de 1930. Apreciemos la doble mano.



Tarjeta Postal del Centro de Calle Irigoyen. Es la esquina con Humberto. Aquí se ve la garita policial en el medio del cruce. La dedicatoria está fechada en 1956 y es un saludo de cumpleaños para una señorita Rosa Alvarez de Haedo. 


Bella postal que pinta el espíritu de una tranquila ciudad en crecimiento. Letreros de Casa Díaz, El Danubio, El Barquito, un negocio de Electricidad, bicicletas por una mano, autos del cincuenta y pico ó del sesenta por la otra mano, gente disfrutando del sol, ropas livianas. Verano del 59, para hacer un promedio. Edición de Casa Cela.

Calle Irigoyen. En el sitio de venta puntualizan que es del año 1919 pero no encontré ninguna referencia en la postal. No importa el año. Es una belleza. La belleza no tiene edad.


Testimonio puro. Calle Rivadavia, edición de Eladio Bautista. Almacén Sud y detrás, el balconcito que todavía espía la primera cuadra de la calle. Adoquines y un carro estacionado en la esquina. 


Esta postal tiene una particularidad, dice Bahía Blanca, una calle de Punta Alta. Otra vista de la primera cuadra de Rivadavia, adoquines, carros, bicicletas, algunos transeúntes. Edición Casa Muñiz.

Hermosa postal de nuestro micro centro. Letreros con nombres que conocimos, recordamos ó escuchamos nombrar: Casa Obiol, Restaurante Bar Los Angeles, Foto Arte Moderno, La Llave, Sastrería Modart. 

Otra bella postal. Bernardo de Irigoyen y 2 de Julio. Nuestra ciudad en el relato de las tarjetas postales.

7 comentarios:

  1. qué belleza! cuántos recuerdos! Gracias por compartirlos. Los que conocimos esos lugares los añoramos. Cuántas cosas perdimos gracias al progreso!

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    1. Gracias Adela, por el comentario. He recopilado tantas postales digitales que voy a hacer varias entradas más sobre el tema.

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  2. Hermosas las fotos, lástima que no especifica bien los años que se corresponden.

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  3. Gracias por el comentario. Son tarjetas postales que recuperé navegando por Internet. No ha sido fácil tarea localizarlas. He puntualizado las fechas de aquellas que incluían la data en el sitio de venta ó en las dedicatorias ó en el sello del correo. Lamentablemente, no todas lo especifican. Te las debo. Apenas las consiga, pues sigo buscando, lo haré constar. Gracias por la lectura.

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  4. Que lindo Raul,cuantos recuerdos.Uno que es nacido y criado aca,como descendiente de los primeros pobladores,siente placre en ver tu trabajo.Yo twngo un museo de cosas en casa.Abrazo

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