jueves, 27 de octubre de 2016

MÁS BARCOS Y PROTAGONISTAS DE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA EN PUNTA ALTA.

Elocuente imagen de inmigrantes españoles en la cubierta del barco "Infanta Isabel de Borbón"

Continuando con el tema iniciado en un artículo anterior, agrego los nombres y una breve historia de los barcos de la inmigración española a la Argentina y de los protagonistas de esos viajes, especialmente de aquellos ciudadanos que decidieron, por uno u otro motivo, echar raíces en nuestra ciudad. Seguramente, algunos de ellos y sus descendientes aún andan por estas calles. 

1-Pascua y María Rodríguez Iglesias y el “Sierra de la Ventana II”

El barco "Sierra de la Ventana"

El 5 de diciembre de 1927 recalaron en Argentina dos hermanas oriundas de Salamanca. Se trataba de Pascua y María Rodríguez Iglesias Habían embarcado en Vigo y su destino era Punta Alta. En el banco de datos de inmigración, la profesión de ambas era “labores”.
El barco Sierra de la Ventana de la Norddeutscher Lloyd desplazaba 11452 toneladas. Había sido botado el 16 de mayo de 1923 y realizado su primer viaje un año después. En 1936 cambió su nombre por “Sardegna”. En el 40, durante la segunda guerra mundial, un ataque aéreo británico lo echó a pique.
Este buque llegó por primera vez a Argentina en 1913 y registró su última travesía en 1931. A lo largo de estos años completó 35 viajes con un movimiento de 14.998 pasajeros. Sus puertos de embarque eran Bremen, Vigo, La Coruña, Villagarcia, Lisboa, Boulogne entre otros.

Hermosa Tarjeta postal con una vista del "Sierra de la Ventana"

2- Genara Rubio Ortiz y el barco “Augustus II”

El barco "Augustus"

El 23 de diciembre de 1954 desembarcó en Buenos Aires la niña Genara Rubio Ortiz junto a sus padres Benito Rubio Noriega, Antonia Ortiz Roncero, y sus hermanas Benita y María Nacarina. La familia, oriunda de San Román de los Montes, en Toledo, embarcó en el puerto de Barcelona. Se afincaron en las Tapias, provincia de Córdoba, pero Genara se mudó a Punta Alta donde se estableció definitivamente. Benito fue registrado como pastor y Antonia como casera.
El barco Augustus pertenecía a Italia Line. Era un barco de líneas y características muy avanzadas para su época. Contaba con motores Fíat de 12 cilindros que generaban 24000 hp y 2 hélices que permitían una velocidad de 21 nudos. Desplazaba 27000 toneladas.
Llegó por vez primera a nuestro país en 1926. Su arribo final fue en 1960. En el curso de estos 34 años concretó 104 viajes, transportando un total de 28.473 personas. Sus puertos de embarque fueron principalmente Génova, Barcelona, Cannes, Nápoles, Villafranca y Las Palmas.
El Augustus tenía 207 metros de eslora, 27 de manga, 9 pisos y tres piscinas. Construido en 1950 como nave gemela del Giulio Césare, fue vendido a Hong Kong y cambió de nombre en cinco oportunidades.



El "Augustus"

3-Dolores Merino Barbat y el “Conte Grande”

El "Conte Grande" a todo color.

El día 8 de Julio de 1950 marcó la llegada a Argentina de Dolores Merino Barbat, nativa de Barcelona. Había embarcado en ese puerto con el propósito de, una vez en nuestro suelo, dirigirse a Punta Alta para su establecimiento. Sus papeles de inmigración la calificaban como “casera” de profesión.
El buque elegido por la señora Dolores para su viaje al nuevo mundo fue el Conte Grande de la Italia Line. Este barco que desplazaba 25661 toneladas había sido construido en Trieste en 1926. Fue botado en 1928 y ese mismo año hizo su viaje inaugural a Nueva York. La Italia Line lo recibió en 1932, transferido por la Lloyd Sabaudo Societá Anonima di Navigazione.
El Conte Grande atracó por primera vez en Argentina en 1933 y lo hizo por última vez en 1960, luego de 118 viajes en los que transportó 41.300 almas. Sus puertos de embarque más utilizados fueron, entre otros, Génova, Nápoles, Barcelona, Cannes, Villafranca y Gibraltar.
En 1940 fue incautado por el gobierno brasileño y vendido a Estados Unidos en 1942. Rebautizado Monticello como transporte de tropas, fue devuelto a Italia en 1947 con el nombre de Conte Grande. En 1962 concluyó su historia y fue desguazado.

Bellas imágenes del "Conte Grande"

4-Agustín Vaño, Agapito Rodríguez Sánchez y el “Infanta Isabel de Borbón”

El 17 de octubre de 1912 desembarcó del barco Infanta Isabel de Borbón, en suelo  argentino, el señor Agustín Vaño,  labrador oriundo de Bocairene. Había embarcado en Valencia y se radicó en Villa General Arias de Punta Alta.
En este mismo barco, el 22 de agosto de 1915, arribó a nuestro país Maximiliano Negro, de profesión jornalero. Embarcó en Villagarcía y se estableció en Punta Alta.
También en este buque pero el 25 de octubre de 1929 llegó a Argentina Agapito Rodríguez Sánchez, oriundo de Puebla de San Medel, en el Ayuntamiento de Béjar, en Salamanca. Había embarcado en el puerto de Cádiz y se radicó en Punta Alta donde lo esperaba su padre.
El Infanta Isabel de Borbón hizo su primer viaje a Argentina en 1913 y el último en 1931. En este período realizó 91 viajes movilizando 55.479 pasajeros. Sus puertos de embarque fueron Barcelona, Cádiz, Vigo, Málaga, Almería, Villagarcía, Bilbao, Coruña y Santander.
Pertenecía a la Compañía Transatlántica Española y lo construyeron Denny & Brothers Ltd. De Dumbarton, Escocia. Su velocidad de crucero era de 17 nudos, pero llegaba a una máxima de 18,4. Fue botado en septiembre de 1912 con una capacidad de 250 pasajeros de primera, 100 de segunda y 75 en tercera. En 1931 cambió su nombre por Uruguay y unió Europa con América hasta 1934. Posteriormente fue usado como cárcel amarrado en Barcelona.
A finales de la Guerra Civil Española fue bombardeado y averiado por aviones nacionalistas en enero de 1939. Lo desguazaron en 1945 en Valencia.

El "Infanta Isabel de Borbón"

5-Francisco del Brío, Santos Rodríguez Nieto y el barco “Reina Victoria Eugenia”


Francisco del Brío era oriundo de Parada de Rubiales, Salamanca, y tenía 18 años cuando llegó a Buenos Aires en el barco Reina Victoria Eugenia el 26 de noviembre de 1929. Se ordenó sacerdote en 1935, y en la primavera del año siguiente recaló en Punta Alta donde desarrolló una intensa y prolífica labor eclesiástica, educadora y social, fundando iglesias, capillas y colegios en los sectores más necesitados de la ciudad y del partido. El Papa Juan Pablo II lo nombró Prelado de Honor. Murió el Viernes Santo 14 de abril de 1995 a los 83 años. Un busto lo recuerda en la Plazoleta Moreno de Ciudad Atlántida, a escasos cien metros de la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, levantada por él. Según el sitio comunidad.dateas.com, Francisco del Brío registra un viaje a su terruño natal entre los años 40 y 50 en el buque Cabo de Buena Esperanza. En esta ocasión ya figuraba de profesión “religioso” y de nacionalidad “argentino”, lo que no es de extrañar, pues él mismo, en más de una ocasión se declaró “español nostalgioso” y “argentino empedernido”.
En tanto el 23 de noviembre de 1925, en este mismo barco, llegó a Argentina para afincarse en Punta Alta, el Señor Santos Rodríguez Nieto. Era oriundo de Salamanca y había embarcado en el puerto de Cádiz.
Este gran buque de vapor transatlántico había sido construido en los astilleros Swan, Hunter & Wigham Richarson de Wallsend-on-Tyne, Inglaterra para la Compañía Transatlántica y botado en 1912. Su nombre rendía homenaje a Victoria Eugenia de Battenberg, esposa del rey Alfonso XIII de España.
Con una eslora de 145 metros y una manga de 18,4 metros, desplazaba 14756 toneladas. Tenía dos motores de cuádruple expansión que le permitían alcanzar 19,7 nudos de velocidad, uniendo Europa con América en 13 días, un verdadero récord para la época. Contaba comodidades para 300 tripulantes y 250 pasajeros en primera, 100 en segunda, 75 en tercera preferencial y 800 en clase emigrante.
Era un barco lujoso en el que viajaron personalidades notables, entre otros: la reina de España con su séquito, Jorge Luis Borges y el mismísimo Carlos Gardel.
En épocas de la república cambió su nombre original por el de Argentina. Finalmente fue incautado por el gobierno republicano en Barcelona y bombardeado por la aviación nacional. En 1939 fue utilizado como pontón y al finalizar la guerra fue vendido para desguace en 1945.


6- María Mezquita y Juan Antonio Terrón Mezquita en el “León XIII”

El 1 de diciembre de 1917 desembarcaron en Buenos Aires la señora María Mezquita, de profesión “labores”, y su hijo Juan Antonio Terrón Mezquita, a la sazón de 18 años. Oriundos de Carbajales de Alba en Zamora, habían embarcado en Vigo y se radicaron en Punta Alta. Con el tiempo, se mudaron a Bahía Blanca.
El León XIII pertenecía a la Compañía Transatlántica Española desde 1894. Construido en Glasgow por A & J Inglis en 1888, alcanzaba una velocidad de 15,5 nudos. Los españoles lo denominaron inicialmente Isla de Cuba, pero lo rebautizaron León XIII en 1896. Se usó para movimiento de tropas a Cuba y en 1901 entró en el servicio de línea a Buenos Aires. En 1931 fue desguazado en Italia. 


7-Domingo y Amparo Merino Martín en el barco “Entre Ríos”


El 12 de noviembre de 1953 llegaron a Buenos Aires los hermanos Domingo y Amparo Merino Martín, oriundos de Valdefuente de San Guzin, Salamanca, y embarcados en el puerto de Vigo. Domingo era herrero y Amparo de profesión “labores varias”. Se radicaron en Punta Alta.
El Barco Entre Ríos perteneció a la Flota Argentina de Navegación de Ultramar (FANU). Fue un carguero construido en Baltimore, Maryland, Estados Unidos. En 1945 fue botado con la denominación Rock Hill Victory para la War Shipping Administratión. En 1947, adaptado para transporte de inmigrantes,  se incorporó a Río de la Plata S.A. de Navegación de Ultramar con el nombre de Entre Ríos.
En 1949 fue transferido al gobierno argentino y en 1951 engrosó la flota de FANU. En 1955 volvió a desempeñarse como carguero en Génova, Italia, hasta que en 1977 se lo desguazó en Campana, provincia de Buenos Aires. Llegó por primera vez a nuestra patria en 1947 y realizó su último viaje en 1957, transportando 30186 pasajeros en 68 viajes.
Los puertos de embarque que más utilizó fueron Vigo, Bilbao, Hamburgo, Burdeos, Coruña, Southampton, Cádiz, Lisboa, Génova y Gijon.

El barco "Entre Ríos"

8-Carmen Meis Lois, Francisco Álvarez Aparicio, Manuela Sánchez Campo, Bernardo, Ana Celia, Juan Francisco y Manuela Álvarez Sánchez, en el barco Santa Fe.

El 30 de junio de 1951 arribó al puerto de Buenos Aires la señora Carmen Meis Lois, oriunda de El Grove, Pontevedra, y de profesión labores. Había embarcado en Vigo y se radicó en Punta Alta para trasladarse luego a Bahía Blanca.
El 15 de julio de 1952 llegaron a Argentina oriundos de Los Santos, Salamanca, la familia constituida por Francisco Álvarez Aparicio, su esposa Manuela Sánchez Campos y los hijos Bernardo, Ana Celia, Juan Francisco y Manuela Álvarez Sánchez. Habían embarcado en Vigo y se radicaron en Punta Alta. El padre estaba registrado como mecánico y la madre de profesión labores. Los hijos fueron anotados como estudiantes.
El barco Santa Fe perteneció a la Flota Argentina de Navegación de Ultramar. Era un vapor de pasajeros y de carga construido por Bethlehem Steel de Estados Unidos en 1945. Su nombre original fue Gustavus Victory.
En 1947 lo adquirió Río de la Plata S.A. de Navegación de Ultramar y lo bautizó Santa Fe, acondicionándolo para movimiento de inmigrantes. Se lo dotó de una capacidad para 827 pasajeros repartidos en dos clases, 26 de primera y el resto inmigrantes. Desarrollaba una velocidad de 15 nudos.
En 1949 el gobierno argentino se hizo cargo de la nave y en 1951 engrosó la flota de FANU. En el año 1957 fue reformado a carguero en Italia. En 1961 regresó al país incorporándose a ELMA. En 1973 fue radiado y un año más tarde vendido a Anglo Argentino S.A. para su desguace.
El buque Santa Fe viajó por primera vez a Argentina en 1947 y arribó por última vez en 1957, tiempo en el que concretó 85 viajes movilizando 36.768 pasajeros.


El "Santa Fe"

9- José Agapito González González, Antonia Blanco González, José Antonio y Abelardo González Blanco, María Covadonga González Yarzábal, José Manuel Blanco González, Antolín y Florencia Estefanía Merino Martín, Pedro Alcaraz, Carmen Seder, Pedro, José y Juan Alcaraz Seder, todos en el Barco Tucumán.

El 11 de marzo de 1949 desembarcaron en nuestro suelo, con la intención de establecerse en Punta Alta, la familia de José Agapito González González, su espora Antonia Blanco González y los pequeños José Antonio de 3 años y Abelardo González Blanco de 3 meses.
Completaban el grupo María Covadonga González, madre de Antonia, y José Manuel Blanco González, su hermano. Eran oriundos de San Juan de Beleño, Asturias, y habían embarcado en el puerto de Vigo. Los dos hombres eran labradores, y las mujeres mayores especializadas en labores.
El 10 de agosto de 1949 arribaron al país, oriundos de Salamanca, Antolín y Florencia Estefanía Merino Martín, con destino en la ciudad de Punta Alta. Habían embarcado en Vigo, declarándose herrero y quehaceres domésticos respectivamente.  
El 17 de agosto de 1950 tocaron Buenos Aires el señor Pedro Alcaraz Beneyto, de ocupación ebanista, su cónyuge Carmen Seder y sus hijos Pedro, José y Juan Alcaraz Seder. Oriunda de Valencia Capital,  la familia había embarcado en Barcelona y se radicó en Punta Alta. Pedro, el mayor de los hijos, figuraba como auxiliar de farmacia.
El barco Tucumán, en el que viajaron estos grupos enunciados, pertenecía a la Flota Argentina de Navegación de Ultramar. Era un vapor de pasajeros y carga construido por Bethlehem Steel de Estados Unidos en 1945. Tenía capacidad para 26 pasajeros de primera clase y 801 en clase inmigrante. Transportaba hasta 5390 m3 de carga. Lo propulsaba una turbina con 6000 caballos de vapor con una velocidad de servicio de 15 nudos.
Fue incorporado en 1947, siendo adquirido por la empresa Dodero hasta su estatización. Se lo desguazó en Taiwan en el año 1969. Este buque viajó a nuestro país entre 1946 y 1960, realizando 51 travesías con un total de 25.102 pasajeros.

"Tucumán"

10- José María Saavedra Penamaría y el “Buenos Aires”

El 10 de mayo de 1950 recaló en Buenos Aires José María Saavedra Penamaría, adolescente de 15 años, oriundo de Peña de Buron, Lugo, Galicia, de profesión labrador y embarcado en Vigo. Su destino en nuestro país era Punta Alta. El joven José María, con el tiempo, se convirtió en el presidente de la Asociación Española de Socorros Mutuos de nuestra ciudad.
El barco Buenos Aires era parte de la Flota Argentina de Navegación de Ultramar, gemelo del Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe y Tucumán. Fue botado en 1945 con el nombre de Smith Victory bajo bandera norteamericana hasta 1947. En este año fue acondicionado de carguero a transporte de emigrantes, rebautizado Buenos Aires III e incorporado a la flota de la empresa Dodero.
En 1955 volvió a funcionar como carguero en Italia. En 1963 ELMA lo vendió y se le adjudicó la denominación Fairwind. En 1968 encalló en Bahamas, siendo remolcado hasta España para su desguace en Bilbao. Este buque llegó a Argentina por vez primera en 1947 y lo hizo por última vez en 1960. Al cabo de este período concretó 150 viajes transportando un total de 37412 pasajeros.

Barco "Buenos Aires"

11-Antonio Montero Rodríguez y el Cap Vilano.

El 12 de octubre de 1910 arribó a puerto de Buenos Aires a bordo del Cap Vilano, el señor Antonio Montero Rodríguez, de profesión jornalero y religión desconocida. Había embarcado en La Coruña y se estableció en Punta Alta.
Este barco tocó Argentina por primera vez en 1906. Su último periplo a nuestro suelo lo concretó en 1958, después de 35 viajes y 16479 pasajeros. Pertenecía a la Hamburg Sudamerikanish Dampfschiffahar Geshschaft. Tenía un desplazamiento de 9647 toneladas. Fue botado en 1906 y ese año hizo el viaje inaugural. En 1914 pidió asilo en Pernambuco, siendo confiscado por Brasil y renombrado Sobral. En 1923 fue incorporado a la flota de la empresa Messageries Maritimes como Metzinger. La aviación alemana lo bombardeó en 1940 dejándolo en malas condiciones. En 1950 fue finalmente desguazado.

Cap Vilano de la Hamburg Sudamerika D.G. 

lunes, 24 de octubre de 2016

PRIMAVERA DEL 66. RIVER PLATE EN PUERTO BELGRANO.

River Plate y una de las formaciones de 1966. La mayoría de estos jugadores estuvo en Puerto Belgrano el 21 de septiembre de 1966, enfrentando a un Seleccionado del Área Naval.

Un equipo de lujo.

En 1966 River Plate contaba en la plantilla del equipo de fútbol de primera división con figuras destellantes de su historia. Amadeo Carrizo y Hugo Orlando Gatti eran sus arqueros, entre los defensores estaban el uruguayo Roberto Matosas, el paraguayo Juan Anibal Bordón, Eduardo Grispo, D´Ambrosio, Carlos Sainz y Abel Vieytez, en el medio campo jugaban Juan Carlos Guzmán, Ricardo Pérez, José Alberto Minore y Roberto Zywica, y adelante goleaban el uruguayo Luis Cubilla, el brasileño Lázaro Ruiz “Delem”, Juan Lallana, Miguel Hugo  Rivarola, Oscar “Pinino” Mas, Juan Sarnari, Jorge “el indio” Solari y los hermanos Daniel y Ermindo Onega.
Amadeo Carrizo cumplía 23 años en el arco de River y surgía Hugo Orlando Gatti como su reemplazante. Tres años antes, Amadeo había recibido una medalla, un diploma y 500.000 pesos como reconocimiento a su trayectoria en el club.
Oscar Mas, el “pinino”, fue el puntero izquierdo más goleador, con un pique demoledor, escurridizo, creador de maniobras y piruetas ingeniosas para llegar al gol. Máximo artillero de la banda roja en las temporadas 1965, 1967, 1970, 1971, 1972 y 1973 formó parte junto con el Puma Morete, el Beto Alonso, Mostaza Merlo, Ubaldo Fillol, el negrito J.J.López, del histórico River de 1975 que bajo la conducción de Angel Labruna cortó la negra racha de 18 años sin títulos.
Roberto Matosas, en su momento, fue protagonista del mayor precio pagado por la transferencia de un jugador: 33 millones de pesos. Fue un jugador muy firme y talentoso en la defensa, pero a su vez un gran creativo a la hora de atacar. Jugó cuatro temporadas en River. Participó con la selección uruguaya  del Campeonato Mundial de Méjico 1970 donde obtuvieron un meritorio cuarto puesto. Argentina no jugó esta copa, eliminada por Perú en Buenos Aires.
Se calcula que a pesar del slogan boquense de que su hinchada es “la mitad más uno” River Plate es el club de América con mayor cantidad de socios afiliados. Tiene la bandera más larga confeccionada en 2012 por hinchas del club. Mide 7 kilómetros y está registrada en el libro Guinnes de los récords. Una de sus camisetas, la suplente de la temporada 2012-2013, fue la más vendida del mundo en septiembre de 2012.

Amadeo, presente en el arco en el Estadio de la Base Naval Puerto Belgrano.

Gatti, un suplente de lujo en la valla millonaria.

1966, un año brillante.

Oscar "Pinino" Mas, uno de los mejores wings izquierdos del fútbol argentino.

En 1966, en medio de la racha negativa que se extendió de 1957 a 1975, River hizo una campaña brillante ganando uno de los once subcampeonatos obtenidos en el período. Jugó 38 partidos, ganó 22, con 12 empates y 4 derrotas. Convirtió 66 goles y recibió 26. Terminó segundo detrás de Rácing que luego se consagraría Campeón de América y del Mundo.
En la Copa Libertadores de América de ese año también desplegó un juego destacado y efectivo con 20 partidos de los cuales triunfó en 13, empató 3 y perdió 4, con 43 goles propios y 25 en contra. Fue subcampeón detrás de Peñarol de Montevideo. Ese año River recibió el apodo de “gallina”, hoy adoptado por la hinchada, cuando nueve días después de la frustrada final de la Copa Libertadores, la parcialidad de Bánfield echó a la cancha una gallina blanca con una banda roja pintada como burla por el resultado adverso.
En ese campeonato de 1966 River ganó los dos clásicos ante su eterno rival. El 3 de abril ganó 3 a 1 en La Bombonera con dos goles de Pinino Mas y uno de Ermindo Onega. El gol de Boca lo hizo Alfredo Rojas. En la ronda de los desquites, le ganó dos a cero en el Monumental con goles de Mas y Ermindo.
Otro de los puntos descollantes de esta campaña fue el triunfo ante Rácing, cortándole el invicto el 9 de septiembre por dos a cero, con goles de Mas y Cubilla.
El 18 de septiembre perdió con Atlanta en el Momumental, en una de las derrotas que lo alejó del título, y el 21 visitó la Base Naval de Puerto Belgrano en la única visita que nos hizo una primera división de River Plate. Y no fue cualquier equipo. Fue el lujoso equipo del que estamos hablando.

El crack uruguayo Roberto Matosas dominando el balón en una tapa de El Gráfico.

Primavera de 1966 en Punta Alta.

Luis Cubilla, otro de los ilustres que dijo "presente" en Puerto Belgrano.

El miércoles 21 de septiembre de 1966 fue un día fresco pero muy soleado en Punta Alta. Bajo un impecable cielo azul el Estadio de la Base Naval Puerto Belgrano lucía colmado por una colorida y bulliciosa multitud. Eran los seguidores del Club Atlético River Plate que acudían en masa a disfrutar de la presentación de su equipo de primera.
River entró a la cancha con Amadeo Carrizo al arco, Juan Aníbal Bordón y Abel Vieytez en el fondo, Eduardo Grispo, Roberto Matosas y Juan Carlos Guzmán de centrocampistas, como se usaba decir en la época, y Luis Cubilla, Juan Sarnari, Daniel Onega, Ermindo Onega y Oscar Mas en la delantera. Dirigía el plantel el mítico Renato Cesarini. Vestían la tradicional camisa blanca con cuello y botones, y la banda roja cosida al medio. Por supuesto, no existían marcas de sponsors.
El seleccionado del área naval presentó la siguiente formación: Sánchez en el arco, More y Paolucci en la defensa, López, Rodríguez y Naguy en el medio y Arrieta, Nieto, Obberti, Rodríguez y Ortiz en la avanzada. Como vemos, había varios apellidos de la primera división de la Liga del Sur en sus filas. Usaban una casaca celeste, típica de las formaciones de la Base.
El árbitro elegido para este evento fue el señor Roberto Cruces. No hubo incidencias en el cotejo ya que fue una auténtica fiesta deportiva.
River se puso tempranamente en ventaja. A los 8 y 17 minutos marcó Daniel Onega. En una jugada desafortunada el central Naguy del Seleccionado del Área Naval hizo autogol a los 19. Un minuto después Roberto Matosas ejecutó un penal para decretar el 4 a 0 con que finalizó la etapa inicial. Carrizo, para deleite del público, se revolcó un par de veces en vistosas atajadas.
En el segundo tiempo Amadeo dejó su lugar a un muy joven Hugo Orlando Gatti, el arquero suplente. Matosas fue reemplazado por D´Ambrosio, Guzmán por José Alberto Minore, Cubilla por Ricardo Pérez, Sarnari por Roberto Zywica y Ermindo Onega por Miguel Hugo Rivarola. La idea era desplegar la mayor cantidad de jugadores para que la hinchada disfrutara la formación completa que peleaba, con gran calidad y firmeza, el campeonato de ese año.
El digno equipo del Área Naval cambió para el segundo tiempo al arquero Sánchez por Roldán, López por Farías, Arrieta por Cornejo, Nieto por Montiel y Rodríguez por Domínguez.
A los 9 minutos de esta etapa final el recién ingresado Rivarola marcó el quinto gol de los millonarios. Ortiz, convirtiendo sendos penales a los 18 y 29 minutos, dio cifras definitivas al encuentro. Fin de fiesta.

Daniel y su hermano Ermindo. Los Onega nos deleitaron con la calidad de su fútbol.

Mi amor me llamó para ver la banda pasar.

Así decía parte de la letra de “La banda”, una canción muy popular de Chico Buarque de Holanda en ese año de 1966. Todos los hinchas de River dejamos nuestras ocupaciones cotidianas para ver el paso de la banda roja por nuestro suelo. Y no nos equivocamos al hacerlo. Porque esta visita no volvió a repetirse.
En la tribuna nos juntamos para aplaudir las corridas de Pinino, las atajadas de Amadeo, los elegantes quites de Matosas y los goles de Daniel Onega, el hombre serio, la chica triste, el anciano débil, el estudiante esperanzado, el comerciante ambicioso, el militar orgulloso, el operario diligente, la maestra amable y el niño feliz. Y todos, luego de la jornada, regresamos a nuestros hogares con algo de magia atesorada en los ojos y en la memoria. Todo tomó su lugar, después que la banda pasó y cada cual en su rincón. Siempre parafraseando la letra de Chico Buarque.

Otra imagen del River del año 1966.





domingo, 23 de octubre de 2016

CARMEN DUVAL EN EL TEATRO COLON DE PUNTA ALTA.



Cantaba como deben cantar los ángeles. Ó las mitológicas sirenas que reunían en su coro las voces del océano, los vientos y los altivos albatros marinos.
Se llamó Carmen Leonor Simone y surgió a la palestra de las cantantes de tango a partir de un concurso radial. Escogió el nombre de Carmen Duval para su apostolado de dos por cuatro porque el apellido Simone ya transitaba el éter en la garganta de otra sílfide.
El público la aceptó de entrada porque lo tenía todo. Un timbre firme y melodioso, una educación vocal de primera y una melancólica belleza física. En esa época, la década del 30 al 40, la radio era el principal medio de comunicación del pueblo; a través de ella se expresaban los artistas. Como será que Carmen no se preocupó por dejar muchos testimonios grabados de su maravilloso arte. Su voz se entregó sin retaceos a través de los programas de Radio Belgrano, Radio Mitre y Radio el Mundo. Gracias a Dios, para regocijo de las generaciones posteriores, dejó el tesoro de una decena de registros. Lo demás, lo gastó generosamente en el aire. No se guardó nada.
No hace mucho tiempo que nos dejó. Se marchó a cantar a los estudios celestiales en el 2012, a sus fecundos 93 años. Una artista inolvidable.



En la Nueva Provincia del 27 de diciembre de 2014, Mario Minervino recuerda una presentación de Carmen Duval en la ciudad de Bahía Blanca, 78 años antes. En efecto, la celebrada cantante criolla nacida en Entre Ríos, visitó esta importante ciudad para presentarse los días 7 y 8 de diciembre de 1936 en el Cine Grand Splendid de Alsina 129. La acompañaron musicalmente el trío compuesto por su marido Horacio Salgán en el piano, Gregorio Suriff en violín y Marcos Madrigal en bandoneón.
Se la anunció como la nueva estrella de la canción porteña y su actuación tuvo lugar como intervalo entre los filmes “La danza de las vírgenes” y “Primavera en París”. El mismo día 8 terminó su jornada artística cantando en el Jockey Club de Ingeniero White.
El artículo del diario señala luego la continuidad de la gira bonaerense de la artista en el Teatro Italiano de Coronel Dorrego el día 10, el Teatro Italiano de Juárez el 11, el Teatro Cervantes de Tandil el 12, el Teatro la Perla de Ayacucho el 13, y salas de  Mar del Plata y Tres Arroyos en los días sucesivos. Es de notar que Carmen Duval tenía compromisos firmados para estar actuando en la emisora de Radio Belgrano, de quien era artista exclusiva, el primero de enero de 1937. Por ese motivo la gira no conocía pausas.
En este recuento de tan exitosas presentaciones, se ha omitido la que Carmen Duval hizo la noche del miércoles 9 de diciembre de 1936.  Fue en el joven Teatro Colón de Punta Alta, inaugurado cinco años antes.
Seguramente los puntaltenses colmaron las 1.200 plazas del teatro y seguramente Carmen cantó aquellos éxitos que enamoraron a los argentinos de la época, tales como “Barrio pobre”, “Entre sueños”, “Inspiración”  y los complicados “Recuerdo” y “Ojos negros” que ella simplificaba con su talento. En 1940 Horacio Salgán le dedicó el vals: “A una mujer”. Esta notable visita a nuestra ciudad y a nuestro teatro, se repitió el jueves 28 de abril de 1938.
Puede que el paso del tiempo difumine las historias y sus protagonistas, pero nada puede borrar la pasión de un artista y el placer de su público. Carmen Duval sigue cantando entre nosotros si de repente, en la casualidad de unas viejas revistas, volvemos a descubrirla.





miércoles, 19 de octubre de 2016

ALGUNAS MEDALLAS DE PUNTA ALTA Y PUERTO BELGRANO

La palabra medalla proviene del latín “metallum”. Dicen que Benvenuto Cellini fue el padre de la medalla como objeto de homenaje, aunque se han encontrado ejemplos mucho más antiguos en Grecia y en Roma. Recibe este nombre toda pieza de oro, plata, bronce ú otro metal batido ó acuñado con leyendas e impresiones cuyo objeto es conservar la memoria de un héroe, un soberano ó un importante hecho histórico.
Tradicionalmente han sido discos metálicos algo más grandes que las monedas y con relieves más notables, pero con el tiempo adoptaron formas irregulares a criterio de los artistas. Poco a poco fueron adoptadas por todas las culturas como otro modo de testimoniar acontecimientos históricos. Investigar las medallas de un país permite reconstruir pasajes de su historia y sus protagonistas. La España monárquica fue muy afecta a rendir homenajes mediante la acuñación de medallas, y América heredó este gusto.
En Argentina, la primera colección de medallas fue introducida por Bernardino Rivadavia. Juan Manuel de Rosas poseyó un valioso medallero que fue catalogado en 1840 por Pedro de Ángelis. Con los años esta actividad fue ganando relevancia fundándose el Instituto Bonaerense de Numismática y Antigüedades, y la Junta de Historia y Numismática Americana que con el tiempo devino en la Academia Nacional de la Historia.
En 1906 el Ministerio de Guerra publicó en tres tomos una investigación heráldica titulada “Historia de los premios militares” con una recopilación de las medallas logradas por los ejércitos argentinos y sus militares en los campos de batalla.
En 1930 se realizaron las primeras exposiciones y publicaciones con la medalla como materia. En 1954 se conformó la Asociación Numismática Argentina, de la cual se desprendieron agrupaciones similares a niveles regionales.
Punta Alta, desde su etapa fundacional, no se sustrajo a la tradición de reflejar en el metal su historia y sus forjadores.

1-    Medallas al ingeniero Luis Luiggi.

Anverso

El anverso de esta medalla redonda muestra en el centro del campo, el busto del ingeniero Luiggi en relieve. Esto, según la tradición numismática la convierte en iconológica. Se lee a la derecha, sobre el hombro del fundador de Puerto Belgrano, la firma del grabador “F. Galante Esc”. Está realizada en plata maciza y pesa 120 gramos. En el reverso hay una inscripción en idioma italiano que ocupa toda la superficie y se escalona en 14 renglones que dicen “I CONNAZIONALI/  NELL ARGENTINA/ AUSPICE IL GIORNALE/ LA PATRIA DEGLI ITALIANI/ AL INGEGNERE COMMENDATORE/ LUIGI LUIGGI/  CHE LI ONORO/ E DEL GENIO DI SUA GENTE/ LASCIA NEL PAESE OSPITALE/  OPERA ESSELSA/ IL PORTO MILITARE/ DI BAHIA BLANCA/ DEVOTAMENTE-AFFETTUOSAMENTE/ OFFRONO”. Al pie, en semicírculo, en el borde inferior izquierdo dice J. Gottuzzo y en el derecho, Buenos Aires. 
Según el texto, este homenaje se realizó con el auspicio del diario “La patria degli italiani”. Ésta fue una publicación que, entre 1893 y 1931, se había convertido en el tercer diario en importancia de la ciudad de Buenos Aires. Su director era el señor Paroletti. En cuanto a la fábrica de medallas de Juan Gotuzzo fue una de las más importantes del país, acuñando piezas conmemorativas de instituciones sociales, educativas y militares por el extenso plazo de treinta años. Estaba ubicada en calle Piedad 680 de Buenos Aires. Su obra más importante fue “A los próceres de la Primera Junta” que el gobierno argentino le encargó con motivo del centenario de nuestra Revolución de Mayo. 






Retrato del ingeniero Luiggi que permite apreciar el excelente trabajo del grabador de la medalla.

Escudo de la fábrica de medallas Juan Gottuzzo y Cía.

El vecindario de Bahía Blanca también distinguió los servicios del ingeniero Luiggi con una medalla que fue entregada por el Intendente Municipal señor Ramón Olaciregui. La vista de esta medalla es de muy mala calidad y solo tengo el dato de que estaba acuñada en oro. La noticia está registrada en la revista Caras y Caretas 186 del 26 de abril de 1902.



Intendente Ramón Olaciregui.

2-    Medalla de la inauguración del dique de carena marzo de 1902.

Esta hermosa medalla fue acuñada para celebrar la inauguración del dique de carena. El acontecimiento tuvo lugar el 2 de enero de 1902 a la 1 p.m. Ese día el acorazado San Martín hizo su entrada al dique, que estaba lleno de agua desde el día anterior. La proa del buque cortó una guirnalda que cerraba la entrada y sostenía las banderas argentina, italiana y holandesa en medio de las exclamaciones de júbilo del público presente, entre quienes se encontraban el ingeniero Luiggi y los constructores Dirks y Van Hotten. Había una soberbia marea que facilitó las maniobras y un sol radiante acompañó las celebraciones. Como en esta ceremonia no pudieron estar las autoridades nacionales por razones políticas de fuerza mayor, se programó otra “inauguración” para el mes de marzo.



Primer chorro de agua ingresando al dique de carena el 2 de enero de 1902.


Acorazado San Martín ingresando al dique de carena el 2 de enero de 1902.

La medalla en cuestión está cargada de símbolos. En su anverso, sobre los rayos del sol se yergue en altorrelieve el edificio de la torre de señales enclavado en la Punta Alta,  un acorazado ancla en el fondeadero frente a la casa de bombas y se ven la torre de otro barco y en primer plano el dique de carena. Centrado sobre la parte superior está el famoso lema LA MAR NO DIVIDE, UNE y el exergo, en la parte inferior, reza 1898-1902.
El reverso ostenta en el centro del campo el escudo nacional orlado de laureles atados con una cinta. En el semicírculo superior está grabado INAUGURACIÓN DEL DIQUE DE CARENA. Separado por dos estrellas de cinco puntas, en el semicírculo inferior dice MARZO 1902. En el semicírculo interior izquierdo se lee PUERTO y en el opuesto MILITAR, ambos envolviendo los laureles del escudo.

El módulo es de 27mm., y el peso 10 gramos.


Anverso.


Reverso.

3-    Medalla Puerto Militar- Bahía Blanca.


Otro bello ejemplo del arte de la Casa Gottuzzo. En el campo, en altorrelieve, conforman el cuerpo la Torre de Señales en la Punta Alta, el acorazado anclado y detrás la torre de otro barco, el fondeadero con la casa de bombas, el dique de carena, el tren estratégico arrastrando un par de vagones, una construcción a la derecha que puede ser una casamata del Cuartel de Artillería de Costas y otro a la izquierda que puede ser el Hospital Naval. Todas las banderas ondean hacia la derecha. Un grabado hermoso con gran profusión de detalles. En el semicírculo superior, encerrado en detalles de granatería, está la leyenda PUERTO MILITAR-BAHIA BLANCA y en el semicírculo inferior, separado por dos estrellas de cinco puntas, 2 ENERO- 8 MARZO 1902. A la izquierda se lee J.Gotuzzo junto al dique.



Anverso

En el anverso todo el campo está orlado en granas. En él, en siete líneas, está la leyenda MINISTERIO/ DE/ OBRAS PUBLICAS/ PRESIDENTE/ TTE GRAL JULIO A. ROCA/ MINISTRO/ EMILIO CIVIT separados por un pequeño adorno.

En semicírculo superior REPUBLICA ARGENTINA y en el inferior 1898-1902.

Reverso

4-    Medalla Ferrocarril Rosario Puerto Belgrano

Esta medalla acuñada para celebrar el Ferrocarril de Rosario a Puerto Belgrano tiene las siguientes características: en el campo, en altorrelieve, hay un hombre sentado sobre los frutos de su trabajo en actitud expectante y la República extendiendo ante él, el mapa con el recorrido de las líneas férreas. Sus manos enlazan ambos puertos, ya que en su siniestra se lee PUERTO BELGRANO. En el semicírculo superior está grabada la leyenda FERROCARRIL ROSARIO PUERTO BELGRANO. En el exergo, en línea recta, dice FAC.ET.SPERA, latinismo que significa “haz y espera”. A la derecha, debajo de la mitad del campo, está la fecha DICIEMBRE 1910 y la firma R. Gregoire París. Recordemos que este ferrocarril pertenecía a capitales franceses.
El anverso tiene las siguientes leyendas en el medio campo superior: PRESIDENT A. BENARD, ADMINISTRATEUR DELEGUE P. CHAPUY, DIRECTEUR E. OTTEN. Domina el centro un vagón con las iniciales R.P.B con varios trabajadores descargando un carro atiborrado de productos. Al pie hay echadas varias ramas de maíz con sus choclos sobre la que descansa, ilegible, la firma del grabador y envuelven el círculo a derecha e izquierda unas elegantes gavillas de gramíneas. 


Anverso y reverso.

5-Medalla de la comunidad italiana de Punta Alta 1913


Esta medalla de forma circular irregular festoneada tiene el campo dividido en dos mitades. En la superior se destaca en altorrelieve una estrella de cinco puntas con una aureola de rayos sobre la que está la simbólica loba Luperca amamantando a Rómulo y Remo. Debajo de ellos el epígrafe S.P.Q.R, acrónimo del latinismo Senatus Populusque Romanus que hace referencia al gobierno de la antigua república romana, el Senado y el Pueblo, y hoy es emblema oficial de la ciudad de Roma. A la derecha está el escudo de Roma y a la izquierda el de Argentina, envueltos en laureles que se unen en el centro inferior. Toda la medalla está bordeada por una grafila de puntos decorativos.

Anverso

El reverso de esta medalla, siempre bordeada por granatería, contiene la leyenda 1870 XX SETTEMBRE 1913 con el año escoltado por dos estrellas de cinco puntas. La leyenda sigue GLI ITALIANI DI PUNTA ALTA FESTEGGIANO GLORIOSA GIORNATA PRINCIPIO DI GLORIA E PROGRESSO DELLA PATRIA, esta última frase en semicírculo al pie de la medalla. Se trató de un festejo particular de la Sociedad Italiana XX de Septiembre, una de las colectividades italianas de la época,  celebrando esa fecha de 1870 conocida como el día de la Unificación de toda Italia.

Reverso

6-Medalla de la Sociedad Cosmopolita de Socorro Mutuo Siglo XX Punta Alta

Anverso.

Es una medalla circular, de bordes irregulares, festoneados, con el campo del anverso protagonizado por dos manos que se estrechan en símbolo de la fraternidad, de la amistad, del socorro mutuo y solidario. Tiene un gráfico simétrico que se repite arriba y abajo del apretón de manos, todo esto envuelto por una corona de laureles abierta en la parte superior, a la altura del orificio de la medalla. En el extremo inferior izquierdo, siguiendo la curvatura de la corona de laureles, está la firma de Horta y Cía,  célebres grabadores argentinos del segundo cuarto de siglo XX. Su módulo es de 3 centímetros.

El anverso tiene la inscripción SOCIEDAD COSMOPOLITA en semicírculo superior, y en sentido descendente, en cuatro líneas rectas, DE/ SOCORRO MUTUO/ SIGLO XX/ PUNTA ALTA. 

Reverso.

7-Medalla fundación Escuela nro. 8 de Punta Alta

Esta medalla tuvo por objeto recordar el 8 de noviembre de 1936, en que la señora María L.de Zonco logró que se colocara la piedra fundamental de la escuela provincial nro. 8, luego que una comisión vecinal lograra adquirir el terreno y la empresa de Pierini y Farroni se adjudicara la construcción.
En 1938 el Consejo General de Educación asignó a la institución el nombre de Coronel de Marina Leonardo Rosales. Apadrinó la escuela el Arsenal de la Base Naval Puerto Belgrano. La inauguración oficial fue el 11 de abril de 1939. En 1945, luego de que Punta Alta consiguiera su autonomía, la escuela se convirtió en la Nro. 1 de nuestro partido.
Es una medalla redonda con cordón en relieve. En el anverso, el epígrafe dentro de un óvalo, reza LABOR. Abajo, en letras que ondulan, se lee la inscripción NO HAY REPUBLICA SIN PUEBLO EDUCADO. El cuerpo está constituído por una maestra, con los atributos de la enseñanza, rodada de niños en actitud de aprendizaje. El peso es de 13 gramos y tiene una circunferencia de 32 milímetros.
El reverso tiene dos guardas simétricas arriba y abajo, y en el medio la inscripción PIEDRA FUNDAMENTAL/ ESCUELA NRO 8/ PUNTA ALTA/ 8-11-1936 repartida en cuatro líneas rectas. No se ve la marca de la fábrica ni la firma del grabador.



Anverso

Reverso