viernes, 2 de agosto de 2019

MARZO DE 1931. UN PRÍNCIPE EN PUERTO BELGRANO.



I-El auge norteamericano y la decadencia británica en las relaciones comerciales con Argentina.

 

En 1920 el comercio británico en Argentina experimentó una caída significativa superado por la avasallante tecnología estadounidense. Todo era novedad y demanda en las manufacturas sofisticadas del gigante americano. Gran Bretaña se vio, poco a poco, desplazada del mercado rioplatense.

En medio de este auge favorable, el presidente Herbert Hoover arribó a  nuestro país para consolidar los lazos comerciales en una movida estratégica que suscitó gran entusiasmo debido a la popularidad y prestigio del visitante.

Inglaterra, a partir de este momento, inició una política de recuperación de su primacía comercial en nuestro país.

Organizó varias misiones encabezadas por notables personalidades de su gobierno hasta desembocar en la Exposición de Artes e Industrias Británicas realizada en Buenos Aires entre marzo y abril de 1931. Esta exposición estaba impulsada por la industria ferroviaria inglesa, un sector con mucho peso en Argentina. Y si el país del norte había destacado a su mismísimo presidente, los ingleses no serían menos: enviarían a Edward Albert Christian George Andrew Patrick David, príncipe de Gales, heredero de la corona del Reino Unido de Gran Bretaña.

El 8 de diciembre de 1930, el príncipe de Gales, de puño y letra, escribió acerca del placer de visitar por segunda vez la Argentina. Esperaba, a su decir, consecuencias ventajosas para estas naciones con más de cien años de amistad. Recalcó que las buenas relaciones estaban basadas especialmente en sus aspectos comerciales y financieros, aunque admitía un sentimiento histórico y cultural más significativo que el dinero. El gobierno argentino, la Sociedad Rural y la Unión de la Industria local también estaban sumamente interesados en recomponer el intercambio comercial con Inglaterra y tenían grandes esperanzas cifradas en la muestra.



Curiosa tarjeta postal alusiva a la Expo Británica de 1931 en Buenos Aires.



II-“Bringing the Mountain to Mahomet, as far as the South American markets are concern” Proverbio de la Cámara Inglesa de Comercio.


La exposición fue inaugurada el 14 de marzo de 1931 con la presencia del Príncipe de Gales y del teniente general José Félix Uriburu, presidente de los argentinos en el predio de la Sociedad Rural Argentina. En su discurso, el heredero al trono de Inglaterra, manifestó que esta exposición era el objetivo principal de su viaje a Sudamérica y agradeció todas las muestras de adhesión y amistad recibidas a su paso.
Más de mil empresas industriales británicas exhibieron sus productos en alrededor de medio centenar de pabellones. Uno de ellos, simulando un edificio de arquitectura isabelina, el Palacio Saint James, publicitaba los ferrocarriles británicos en Argentina y su influencia en el progreso de nuestra nación. Estas empresas de transporte habían dispuesto servicios extras en el interior para facilitar la afluencia masiva de público con pasajes bonificados. También se exhibía en este pabellón una maqueta con el proyecto de la nueva Estación Constitución y las modernas locomotoras y coches a estrenar próximamente. No faltaron las demostraciones vivas.
Se expusieron automóviles, aviones, herramientas varias, repuestos de tranvías, aparatos de radiotelefonía, gramófonos, electrodomésticos, máquinas industriales para fabricar bizcochos, galletitas y chocolatines en medio del entusiasmo y la admiración popular. Fue la primera exposición exclusiva de un país extranjero en América del Sur y la primera que Gran Bretaña realizó fuera de sus fronteras. Hay que destacar que, más allá del esfuerzo y la buena voluntad, todos los productos ingleses estaban muy atrasados respecto de los norteamericanos.
Pese a los glamorosos y grandilocuentes discursos pronunciados, los resultados de la Exhibición no fueron los que se esperaban. La caída del intercambio comercial entre ambos países se acentuó. Quedó, empero, flotando en la memoria colectiva de aquella década, la presencia del príncipe heredero, un personaje carismático, con un fuerte carácter que se vería plasmado en la misma historia de su vida y de su reino.
En medio de este viaje el príncipe Eduardo estuvo varios días en nuestro Puerto Belgrano.


 HMS Eagle en alta mar entrando a Puerto Belgrano. Detrás de su estela, el Destroyer HMS Achates, su escolta.Foto sitio casanatalvillarosa.blogspot
 Destroyer HMS Achates, escolta del HMS Eagle, entrando a Puerto Belgrano. Foto casanatalvillarosa.blogspot
Portaaviones HMS Eagle amarrado en Puerto Belgrano. Foto casanatalvillarosa.blogspot



III- Un príncipe en Campo Sarmiento.


El Príncipe de Gales llegó a Sudamérica en el Portaaviones HMS Eagle,  cruzó Los Andes por Bariloche pilotando un avión Fairey III hasta llegar a Puerto Belgrano luego de visitar varios puntos intermedios. Caras y Caretas describió así el derrotero: Santiago de Chile, Osorno al pie de la Cordillera, Bariloche, las llanuras patagónicas, Bahía Blanca, Puerto Belgrano, Mar del Plata y Buenos Aires, donde apoyaría la actividad de los industriales de su patria. El príncipe Eduardo iba acompañado por su hermano Jorge. Varias etapas de su visita las realizó por vía aérea satisfaciendo así su pasión por la aviación.
El Capitán de Fragata aviador Enrique Brown, egresado de la Academia de Aviación de Pensacola en 1921, fundador de la aviación Naval Argentina, escribió en sus memorias que esta segunda llegada del Príncipe heredero a nuestro país tuvo una gran repercusión aeronaval.  La comitiva Real llegó a la Ría de Bahía Blanca a bordo del portaaviones HMS Eagle siendo recibido  por una escuadrilla aeronaval de anfibios “Southamptons”. El Príncipe desembarcó en un avión Fairey con el que aterrizó en Campo Sarmiento donde lo aguardaban las autoridades para la recepción  oficial.
De Puerto Belgrano, según testimonió Brown, embarcó de nuevo en el Eagle para llegar por mar a Punta Piedras. Nuevamente desembarcó a bordo de su Fairey para aterrizar en El Palomar en compañía del teniente de navío Gregorio Portillo como observador argentino.  Desde Puerto Belgrano fueron destacados a Capital Federal los hidros “Southamptons” HB-6, HB-7 Y HB-8 y los “Corsairs” R-59 y R-60. El HB-6, comandado por el propio Brown, condujo al Príncipe en misión oficial a Montevideo escoltado por el resto de los aviones antes mencionados.
Admiró a la opinión internacional la confianza depositada en la Aviación Naval Argentina al ser utilizada como transporte del heredero de la corona británica para su viaje al Uruguay. El Capitán Enrique Brown guardó durante toda su vida el recuerdo del Príncipe de Gales que, como muestra de gratitud, le obsequió un par de gemelos de plata con el emblema de la familia real.
Un artículo del diario La Nueva Provincia dice que, en el marco de su gira sudamericana, Eduardo visitaba por segunda vez la Argentina. Había ingresado por Chile y dos naves del portaaviones HMS Eagle lo condujeron de San Antonio Oeste a Puerto Belgrano, en Punta Alta. Su estadía en nuestro medio fue breve y apresurada. Su hermano adujo que Eduardo estaba ligeramente indispuesto. Almorzó en casa del Jefe de la Base y luego, un numeroso y entusiasta público, “donde predominaba el elemento femenino” lo saludó mientras embarcaba hacia Mar del Plata.
Dieciocho máquinas inglesas decolaron del Eagle, amarrado en Puerto Belgrano, y aterrizaron en su aeródromo en un espectáculo maravilloso para los entusiastas amantes de la incipiente aviación naval. El portaaviones británico era acompañado por su escolta el destructor HMS Achates y los cruceros HMS Despatch y HMS Danae, comandados por el Vicealmirante Haggard. En nuestra Base Naval la recepción fue encabezada por el almirante Fliess.
El día siete de marzo, un gran asado despidió a los marinos ingleses. En enero de 1936 el príncipe Eduardo se convirtió en rey de Inglaterra, y en diciembre del mismo año abdicó por amor, para casarse con Wallis Simpson, su prometida norteamericana. El príncipe murió en el destierro el 28 de mayo de 1972 a los 77 años de edad. El portaaviones Eagle terminó hundido por torpedos alemanes en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial.


El Príncipe de Gales recién  llegado a Campo Sarmiento. En la fotografía se observa al piloto mayor Dawy, a Eduardo, Príncipe de Gales, al Vizconde Edman y, de pie, en el extremo izquierdo, al Teniente Aviador Naval Enrique Brown. En la inscripción inglesa de la foto dice "4th. March Arrival of the Prince of Wales at Puerto Belgrano en route from San Antonio to Mar del Plata". foto sitio Histarmar.


El Príncipe conversando con el Almirante Fliess que lo recibe oficialmente. Foto www.flickr.com



Foto Sitio Histarmar.

 El Príncipe Jorge, que acompañó a Eduardo en la gira sudamericana. charla vivamente interesado por la problemática de la marina Argentina según textos de Caras y Caretas. Foto Sitio Histarmar.



Galería de Fotos.



Argentine Naval Base situated about 12 miles from Bahía Blanca. Battleship Rivadavia left, Moreno right lying alongside the mole. Puerto Belgrano arrived 25th. february Left 8th. March. Foto sitio flickr.

 Puerto Belgrano Aeródrome and dockyard.





Puerto Belgrano Eagle Flights outside hangars with Prince of Wales´s Puss Moth in the foreground. La inscripción en castellano del sitio Histarmar dice "Visita del Príncipe de Gales a Campo Sarmiento en 1931. La escuadrilla de Fairey II del Portaviones HMS Eagle, de escolta el avión privado del Príncipe y 3 Pelican K-42 argentinos contra los edificios. www.flickr.com


Parte de la Escuadrilla británica en Campo Sarmiento, Puerto Belgrano. Caras y Caretas.


The Prince of Wales´s Puss-Moth. El avión privado del Príncipe de Gales.


 Almuerzo del 4 de marzo de 1931 en la Casa del Jefe de la Base Naval Puerto Belgrano. Caras y Caretas.

 Thunder Storm at Puerto Belgrano. Impresionante tormenta eléctrica captada por los marinos ingleses. Flickr.com


Puerto Belgrano 7th March starting for an asado given by the argentine navy. Desfile con la Banda antes del asado conque nuestra Armada homenajeó a los visitantes ingleses. Flickr.com




7th. March The asado.



El Príncipe de Gales en Puerto Belgrano. A su lado el teniente aviador Enrique Brown que lo acompañó a Buenos Aires y lo condujo en su hidroavión "Southampton" a Montevideo. foto Sr. Guillermo Padilla.



Gemelos de plata con la insignia de la Casa Real que el Príncipe Eduardo obsequió al teniente Brown por sus servicios. foto Sr. Guillermo Padilla.



Tarjeta Postal de la llegada del Príncipe de Gales a San Antonio Oeste. Filatelia Arguello.



Fuentes del artículo.


Sitio Histarmar
Revista Caras y Caretas Nro. 1692 del 07 de Marzo de 1931.
Revista Caras y Caretas Nro. 1693 del 14 de marzo de 1931.
Historia de la Aviación Naval Argentina. Tomo II. Pablo E. Arguindeguy. Dpto. de Estudios Históricos Navales 1981. 923 pgs.
Argentina en exposición. Ferias y exhibiciones durante los siglos XIX y XX.  
Andrea LluchMaría Silvia Di Liscia Editorial CSIC - CSIC Press, 2009 - 268 pgs.
Un príncipe en la Base. Mario Minervino. La Nueva Provincia 02 de Marzo de 2016.
Arqueología Naval. Visita del Príncipe de Gales a Puerto Belgrano. Sitio casanatalvillarosa.blogspot.com