APARICIÓN DE UNA CARICATURA DESCRIBIENDO LA RECOLECCIÓN DE FÓSILES EN PUNTA ALTA A CARGO DE DARWIN.
1- Una oferta de Sothebys.
En 2015, Sothebys, firma británica de subastas, especializada en obras de arte y objetos de colección, hizo pública la oferta de una caricatura del pintor inglés Augustus Earle con un valor estimado entre 50.000 y 70,000 libras esterlinas.
Se trataba de una hoja única de 340 por 205 mm. con una imagen pintada con acuarela y tinta sobre papel con marca de agua Whatman Mill sin fecha. Durante el siglo XIX los papeles Whatman, fabricados en Inglaterra, eran los preferidos por los artistas para pintar acuarelas, pues los consideraban, por sus características, el soporte ideal para esta técnica.
El valor estimado de la obra era muy alto considerando que la base representaba más de cincuenta mil dólares. Sin embargo, esta suma estaba harto justificada. La acuarela, por su valor histórico, bien valía esa fortuna.
Sothebys, en su anuncio original aclaraba que la hoja estaba ligeramente adherida al soporte en las cuatro esquinas y en el centro de cada uno de los bordes largos. Los márgenes de la hoja tenían algo de amarillento y sucio, pero esto no afectaba la imagen, muy fresca y con los colores firmes. Había algunas arrugas leves en las puntas, acordes con la edad del trabajo y manipulaciones anteriores, con una pequeña zona de roce en la esquina inferior derecha, justo al lado del título, donde la superficie del papel estaba desgastada ligeramente.
La acuarela tenía un desgarro cerrado, muy leve, en el centro del borde superior, sólo visible si se lo inspeccionaba de cerca. Sothebys aclaraba que no son restauradores ni conservadores profesionales y que las piezas se ofrecen y venden en el estado en que se encuentran.
La pintura estaba incluida como Lote Número 10 de la sección “Literatura inglesa, historia, libros infantiles e ilustraciones”. Su título era “Cubierta de un buque de guerra en descubrimientos o escenas interesantes en un viaje interesante” Representa a un joven Charles Darwin, en la cubierta del Beagle, rodeado de varios miembros de la tripulación, observando innumerables especímenes botánicos y mineralógicos. Sothebys databa la obra en Bahía Blanca, Argentina, el 24 de septiembre de 1832 o alrededor de esa fecha.
2- Un viaje al origen de las especies.
Augustus Earle fue un pintor británico (01/06/1793- 10/12/1838) reconocido por sus diversos viajes alrededor del mundo. Sus obras pictóricas testimoniaron estos viajes y constituyen un valioso legado histórico.
El 28 de octubre de 1831 fue contratado por el capitán Robert Fitz Roy como artista supernumerario con víveres en el segundo viaje del HMS Beagle a Sudamérica. Trabajó como dibujante y topógrafo. Entabló amistad con Charles Darwin. En Brasil compartieron una cabaña en Botafogo, cerca de Río de Janeiro. En 1832 fue testigo de los grandes hallazgos fósiles de Darwin en las colinas de Punta Alta.
La caricatura que realizó en septiembre de 1832 es el único registro gráfico de la actividad paleontológica del autor de la teoría del Origen de las Especies en nuestras tierras. A fines de 1833, razones de salud obligaron a Earle a abandonar el Beagle y regresar a Inglaterra.
3- Una imagen festiva para divertimento de la tripulación.
Se especula que la acuarela fue pintada para entretener a la tripulación y poner una nota de humor en una convivencia que no siempre era cordial o amable. No se incluyó en los registros oficiales de la expedición y desapareció de la vista del público hasta la actualidad, en que surge de manos de un coleccionista privado y llega a Sothebys para ser subastada.
La caricatura representa a un grupo de once personas, perfectamente reconocibles en la tripulación del Beagle, sobre la cubierta del barco, en medio de una numerosa cantidad de piezas fósiles, plantas y animales y, cada una, con un globo de diálogo y un comentario jocoso referido a la situación.
La especialista de arte Hannah Furness, al describir la obra, comenta que se trata de Charles Darwin a bordo del Beagle, pintado frente a la costa de Argentina el 24 de septiembre de 1832.
Los personajes, de izquierda a derecha del cuadro son:
Un marinero con un rifle en su diestra, su cabbag box (caja de repollos) a la espalda y unas piezas animales en su mano izquierda. Dice:”He matado un espécimen de mono volador, disparé a tres especímenes de gansos y estuve muy cerca de ser bostezado por un gran oso”
Es evidente que Darwin había incorporado la palabra “espécimen” al vocabulario del Beagle y, aquí, Earle lo utilizaba como una gracia.
A continuación, un guardiamarina toma el rumbo con un sextante mientras exclama: “He enviado el telescopio largo, ya ahora, señor”
Según el libro “La segunda expedición hidrográfica inglesa al confín austral americano (1831-1834)” de Rodolfo R. Poletti Formosa, cinco guardiamarinas zarparon con el Beagle en el viaje del que formaron parte Darwin y Earle.
Le sigue un tripulante con gorra, cargando sacos de muestras geológicas con intención de entregárselos a Fitz Roy. “Quítate de mi camino” vocifera “Tengo especímenes para el capitán”
Los sacos están rotulados. En primer plano se aprecian los rótulos de “caliza” y “granate”. El granate es una especie de silicio que se encuentra en los estratos de nuestra región.
Luego fue caricaturizado un oficial usando una brújula prismática, leyendo, posiblemente, latitudes y longitudes.
Otro oficial de notables bigotes laterales fue representado caminando y quejándose ante el capitán de este modo: ”No hay cosa tal como caminar por la cubierta entre todos estos malditos especímenes. Ojalá estuviera en Dover”
Se trataría del primer teniente John Clements Wickham, segundo comandante, quien fue registrado haciendo comentarios de este tipo en contra de las incursiones de recolección de Darwin. Henrietta Darwin escribió que su padre le había comentado cómo Wickham, un oficial muy ordenado y escrupuloso, murmuraba al ver la cubierta del barco abarrotada de huesos, plantas e insectos “Si fuera por mí, todo tu maldito desastre sería arrojado por la borda, y tú después de él, viejo papamoscas”
De espaldas, el capitán Robert Fitz Roy discutiendo especies geológicas con ardoroso entusiasmo, manifestando “Es ciertamente algo nuevo. No puede ser actenalita. Puede ser shorelite. Creo que es tremalita”
Su representación, algo distante y de espaldas, reconocible apenas por su capote y las charreteras, evita cualquier interpretación de burla hacia su jerarquía.
Junto a él, un suboficial, posiblemente el cirujano del barco, Benjamín Bynoe, sosteniendo un gran repollo, con la cabeza inclinada hacia una muestra sobre la que Darwin se está explayando dice “Consultaré mi libro cuando baje” Parece que no termina de entender los comentarios del científico.
Charles Darwin, muy alto, con una ceja prominente, de levita y galera, tiene un insecto en su mano y lo describe de la siguiente manera: “Observe que sus patas son largas y sus palpos están fuertemente dentados en sus lados internos. Creo que todo el insecto parece de color marrón castaño oscuro con un tono amarillento en el abdomen. Su historia es poco conocida pero no cabe duda que fue de naturaleza depredadora ¿Qué piensa usted, señor?”
Bynoe, en su carácter de suboficial, recibía el tratamiento de “señor”. Bynoe se incorporó al Beagle en 1832, en reemplazo del cirujano Robert Mc Cormick, dado de baja por mal elemento. Binoe era naturalista. Las plantas en su mano y a sus pies refuerzan esta condición. Recolectaba vegetales para su uso a bordo como escorbúticos.
La vestimenta tan formal de Darwin se debe a que los hombres de rango social equivalente al de los oficiales de la marina británica debían lucir como caballeros cuando desembarcaban durante sus viajes.
Aparece luego otro marinero, saludando con un gesto de su mano derecha en el ala del sombrero y acarreando una palmera de repollo con el siguiente diálogo “Señor E..., el señor me pidió que le trajera este espécimen”
Hannah Furness especula que Mr. E... puede tratarse del mismísmo Augustus Earle, que, según ella, sería el único tripulante del Beagle tratado de ese modo.
La escena prosigue con un marinero que lleva un trípode, un martillo, un botellón de ron y una caja con la etiqueta “200 guinea theod(olite)” En su globo manifiesta “La expedición a Egipto fue una tontería” refiriéndose irónicamente a la Batalla del Nilo de Nelson y la posterior expedición a Egipto.
Cierra el cuadro un marinero que trae el sombrero lleno de caracolas marinas diciendo “Lo menos que puedo conseguir por esto es un traguito”
Otros detalles de la acuarela son los huesos a los pies de Darwin, etiquetados como “Fósiles”, Os Fémoris” y “Tusk 4003 BC”. Earle, premeditadamente, incluyó finas ironías sobre las creencias religiosas de la época en beligerancia con la ciencia. También, en el extremo izquierdo, hay lugar para el gato, mascota del Beagle, olisqueando las aves y el mono volador cazado por el primer marinero.
3- Consideraciones finales sobre el lugar donde se pintó la escena.
La sorpresiva aparición de esta acuarela en 2015 fue una verdadera sensación. No existen testimonios gráficos de Darwin y su notable trabajo en el vasto derrotero del Beagle. Menos aún, de sus descubrimientos de fósiles en las barrancas de Punta Alta.
Comprobada su legitimidad y calculada la fecha de realización, se la ubicó en Bahía Blanca el 24 de septiembre de 1832. La autoría de Earle es “presunta” ya que no existe firma. Sin embargo, es posible que esta obra fuera la base de otros cuadros pintados por el artista con el mismo espíritu y tema: la tripulación de los barcos británicos en sus largos viajes por el mundo.
Apenas conocida la noticia de la existencia de este testimonio, el diario La Nueva Provincia se hizo eco de la misma. Y está bien. Punta Alta no existía. Era, apenas, el nombre de un accidente geográfico en medio del desierto desde el cual se podía avisorar todo el estuario de la bahía. Hay un minucioso mapa de nuestra región, elaborado por Fitz Roy donde aparecen los nombres de Colina Doble, Arroyo Pareja, Punta Alta y Punta Ancla, entre otros.
En el libro “Charles Darwin’s diary of the voyage of H.M.S Beagle” en las fechas correspondientes a la hechura de la acuarela, Darwin nos relata:
“1832. Septiembre 22. Tuve un crucero muy agradable por la bahía con el capitán y Sulivan. Estuvimos un tiempo en Punta Alta a unas diez millas del barco, allí encontré unas rocas. Estas son las primeras que veo y son muy interesantes porque contienen numerosos caparazones y huesos de animales grandes. El día estaba perfectamente calmo; el agua tranquila y el cielo estaban indistintamente separados por la cinta de los bancos de barro: el conjunto formaba un cuadro nada pintoresco. Es una lástima que un tiempo tan brillante y claro se desperdicie en un país donde la mitad de sus encantos no aparecen. Subimos a bordo justo a tiempo para escapar de una fuerte tormenta y lluvia”
En esta entrada de su diario de viaje, Darwin nos habla de su llegada a Punta Alta. El Beagle, según su anotación, estaba anclado a unos 16 kilómetros de distancia. Se especula que, para no arriesgarse entre los numerosos bancos de la ría, quedó atracado en Punta Ancla.
Habla de un crucero agradable por la bahía con el capitán y el oficial de cubierta, teniente Bartholomew James Sulivan. Seguramente, embarcados en alguna de las dos goletas que Fitz Roy, a principios de ese mes de septiembre, alquiló al señor James Harris, ciudadano inglés afincado en Carmen de Patagones. Fitz Roy pagó por este servicio mil cien libras de su propio bolsillo.
“1832. Septiembre 23. Domingo. Se envió un grupo numeroso a pescar en un arroyo a unas 8 millas de distancia. Se capturó una gran cantidad de peces. Caminé hasta Punta Alta para buscar fósiles y, para mi gran alegría, encontré la cabeza de un animal grande, incrustada en una roca blanda. Me tomó casi tres horas sacarlo. Hasta donde puedo juzgar, está emparentado con el rinoceronte. No lo subí a bordo hasta algunas horas después de que oscureciera”
Siempre con la fecha de la caricatura en mente, el día 23 de septiembre de 1832, Darwin continuaba trabajando en suelo puntaltense y, el Beagle, anclado en un lugar relativamente próximo que, calculamos, seguía siendo Punta Ancla. Notamos que Darwin recogía fósiles y por las noches regresaba al barco. Era lógico que se estuviera moviendo entre distancias pequeñas.
“1832. Septiembre 24. Empleado en empaquetar cuidadosamente las piezas de ayer. Por la mañana llegó una de las goletas y se espera que llegue la otra en breve. Han tenido un paso muy malo de 6 días. El señor Rowlet trae un excelente relato de Río Negro. Nada podía superar la civilidad del gobernador y de los habitantes. Esto se hizo aún más sorprendente por el contraste de nuestra recepción en el fuerte de Bahía Blanca”
Darwin confirma el uso de las goletas “Paz” y “Liebre” para los movimientos de cabotaje. El señor Rowlet era el contador del Beagle. Falleció en 1834, en alta mar. Es coherente el relato escrito por Darwin con la imagen pintada por Earle: empaquetando las piezas obtenidas en Punta Alta, desperdigadas sobre la cubierta del Beagle.
“1832. Septiembre 25. La goleta ha sido llevada al arroyo. El señor Wickham y un grupo de hombres han levantado tiendas de campaña en la costa y viven allí durante la reparación del barco. Acompañé al pequeño asentamiento y mientras armaban las carpas caminé hasta Punta Alta y de nuevo obtuve varios fósiles. Me acerqué bastante a un avestruz en su nido, pero no lo vi hasta que se levantó y estiró sus largas patas a través del campo”
Fitz Roy tenía la misión de relevar el estuario de la Bahía Blanca por órdenes del Almirantazgo. Por ello, desde principios de septiembre de 1832, el Beagle permaneció 45 días fondeado en Punta Ancla, frente a las costas del actual partido de Coronel Rosales.
Charles Darwin realizó, en nuestro suelo, los descubrimientos que dieron pie a la teoría del Origen de las Especies y la selección natural, y el pintor Augustus Earle, muy amigo de Darwin, una tarde de primavera en el hemisferio sur, pintó como divertimento de la tripulación del Beagle, una caricatura que, en grandes trazos, describe personajes y el espíritu de una época de grandes misiones y desafíos.
Una tarde de primavera en Punta Ancla, partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales.
Raúl Oscar Ifrán.
Fuentes.
Archivo Histórico Municipal de Punta Alta.
www.sothebys.com "Retrato de grupo en caricatura a bordo del H.M.S. Beagle"
www.darwinproyect.ac.uk "Augustus Earle. Dibujo caricaturesco"
www.20minutos.es "Identifican una acuarela como la única imagen de Darwin a bordo del Beagle"
www.whyevolutionestrue.com "Obra única: Darwin en el Beagle pintado durante el viaje"
Voyagedarwinbeagle.blogspot "1832. Una caricatura de la tripulación del H.M.S. Beagle"
www.romanticillustration.com "Image of the month: caricature of Darwin and the crew of the Beagle"
London Art Fair: Charles Darwin. Acuarela pintada en el barco Beagle descubierta.
Wikimedia commons "File: Augustus Earle (presumed) Quarter Deck of a Man of War on diskivery (sic) or interesting scenes of an interesting voyage"
Charles Darwin’s diary of the voyage of H.M.S. Beagle. Edited from the MS Nora Barlow. New York The Mc Millian Company. Cambridge England at the University Press 1984.
La Nueva Provincia del 05/12/2015 "La única imagen del naturalista Darwin a bordo del Beagle se pintó en Bahía Blanca.
La Segunda Expedición Hidrográfica Inglesa al Confín Austral Americano (1831-1834) Rodolfo R. Poletti Formosa. Instituto de Publicaciones Navales. 1982
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