martes, 14 de enero de 2025

LA POESÍA SOCIAL DE RICARDO ZABALZA ELORGA EN PUNTA ALTA.

                    Una rica obra perdida en la bruma del tiempo.


La carta que Ricardo Zabalza Elorga escribió a su esposa el día en que lo fusilaron.


Acaso, el escrito más conocido de Ricardo Zabalza Elorga sea su “carta de capilla”, la carta de despedida que le escribió a su esposa Obdulia Bermejo el mismo día que lo fusilaron.


Febrero 24 de 1940.

Mi queridísima Obdulia

unos renglones para darte una mala noticia. He sido juzgado por los tribunales correspondiéndome la última pena. Ignoro cuál será mi suerte, pero vale más estar preparado para lo peor. Los antecedentes de otros amigos, no son para sentirse demasiado optimistas y yo he mirado siempre esta eventualidad con valor y serenidad y así deseo que lo hagas tú. Tienes una labor grande que cumplir al lado de nuestro hijo que es el criarlo y educarlo sí, contra las esperanzas que todos podemos formularnos. Me tocará a mí estar eternamente ausente de vuestro lado. La vida es lucha y el perderla no es más que un accidente en el combate. Por eso hay que estar siempre listos para afrontarlo. 

Os escribo estos renglones a vuela pluma. Los ampliaré más adelante con nuevas impresiones, ¿optimistas? ¿pesimistas? Veremos. Recibe muchos besos de quien ahora es tuyo y de nuestro pequeño Ricardo”

No hubo tiempo para más. Horas después era fusilado junto a otros republicanos en las tapias del Cementerio del Este, en Madrid. Diez años atrás había partido de la Argentina, de la ciudad de Punta Alta, provincia de Buenos Aires, donde había sido maestro de escuela, dirigente obrero, gestor cultural, editor de la revista “Impulso” y un luchador incansable y vigoroso en pos de la dignificación de los trabajadores, a sumarse a los quehaceres de la Segunda República Española.

Fue un escritor del pueblo, muy fino, muy culto y enérgico. En Punta Alta dejó notables editoriales y encendidos poemas que, lamentablemente, se han perdido en la bruma de los años.

Mi intención, en este artículo, es rescatar y reflotar algunos de esos versos.


1- Un poeta del pueblo en Punta Alta.


Ricardo Zabalza Elorga trabajando en su despacho, en la Segunda República, en la década de 1930.


Ricardo Zabalza Elorga había nacido en Navarra en 1898. Contemporáneo de la ciudad de Punta Alta. Tras estudiar magisterio emigró a Argentina, arribando en 1913. Realizó numerosos y variados trabajos y en 1919 se estableció en Bahía Blanca. No tardó nada en sumarse a las luchas sindicalistas que se multiplicaban en la región tratando de mejorar las condiciones laborales de los obreros. Era un dirigente con mucho carácter y personalidad. En 1921 ingresó como profesor en la escuela “Domingo Faustino Sarmiento” ubicada en Luiggi 166 de Punta Alta. Con el tiempo, se convirtió en su director.

Paralelamente a su actividad docente se sumó al Centro “Libertad”, con sede en calle 25 de mayo 646, editores de la revista “Impulso”, una publicación de neto corte socialista que, en su eslogan, se proclamaba antifascista y antiimperialista.

La revista era un mensuario de alrededor de treinta páginas, el número suelto costaba veinte centavos y la impresión estaba a cargo de la imprenta “La Nueva Comuna” ubicada en Urquiza y Humberto. Gozó de mucho prestigio a nivel nacional. Muchos escritores de renombre firmaron artículos especiales, como Luis di Filippo, Juan Lazarte, Rodrigo Soriano, Pedro Godoy, entre muchos otros.

Zabalza Elorga escribió en las páginas de esta revista hasta 1929. En 1930 regresó a España y rápidamente alcanzó puestos de importancia en la organización de la Nueva República. Al término de la Guerra Civil fue apresado y, en febrero de 1940, fusilado.

Los poemas que comparto a continuación son obra de Ricardo Zabalza Elorga. Tenemos el privilegio de que fueron escritos en Punta Alta. Es el legado tangible que nos dejó como herencia de su paso por nuestra comunidad.


       El Colegio Sarmiento de Punta Alta en calle Luiggi al 100. La foto es de una         década anterior al paso de Zabalza que, en este Centro Educativo, fue primero          maestro y luego director.


2-La vorágine.


En la revista “Impulso” número 3 de agosto de 1928, una edición especial contra la guerra y las causas que la originan, encontramos en la página 9 un escrito en prosa firmado por R.Z, reconocible como obra de Ricardo Zabalza, bajo el título de “El símbolo de la victoria”.

“En el cuartel general se celebra ruidosamente la terminación de la guerra. ¡Al fin concluyó aquel vivir de ratas acorraladas en las trincheras llenas de barro! No más espectáculos infernales de asaltos nocturnos bajo el relámpago de las granadas, entre gritos de rabia y ayes de dolor. Se acabó todo” dice Zabalza en el primer párrafo.

No es fácil encontrar escritos de Ricardo Zabalza Elorga, ni siquiera en España, de modo que estos pantallazos de su pluma son verdaderos privilegios que tenemos en la ciudad de Punta Alta. En el mismo número de esta revista, a doble página 16 y 17, encontramos el poema “La vorágine” que transcribo a continuación.


                 Portada del Nro. 3 de "Impulso" Punta Alta. Agosto de 1928.


LA VORÁGINE.


Plan! Plan! Plan! Plan! Rataplan!

Pasan, pasan, como un río, por millares y millones,

en hileras incontables, regimientos y escuadrones

de los hombres que se van

arrastrados por la guerra.

Pasan, pasan los soldados, rataplán!

Las ciudades y villorios, las llanuras y la sierra

sin los mozos más garridos, sin los más fuertes varones quedarán.

Mas, los vítores y aplausos, las fanfarrias y los cantos,

el gemido de las novias y los llantos

de las madres y los viejos, fácilmente ahogarán.

Plan!Plan!Plan!Plan! Rataplán!

Pasan los soldados. Orgullosos los mandones

los contemplan mientras ruedan

sórdamente por el piso los mortíferos cañones

y sonríen los “tapados” poderosos que se quedan,

viendo aquellos desdichados que se van

embriagados de aleluyas,

a luchar por unas tierras que jamás han sido suyas

y a morir por una gloria que jamás disfrutarán.

Plan!Plan!Plan!Plan!Rataplán!

Plan!Plan!Plan!Plan!Rataplán!


Ya ha tres años que en los campos de batalla

siega y siega, noche y día, sin descanso la metralla

existencias promisorias, vidas cándidas y en flor,

ya ha tres años que no hay risas en las calles silenciosas

ni parejas amorosas

en los parques, ni canciones a la vera de las rejas

ni coloquios al amor de los dinteles,

ni dan rosa los vergeles,

ni cosechas las campiñas desoladas

por la ausencia del trabajo productor.

Sólo hay sombras, muchas sombras enlutadas,

con las almas destrozadas,

bajo el peso inaguantable de la angustia y el dolor.

Sólo hay sombras... viejos, niños y mujeres...peregrinos

del espanto que se escapan a través de los caminos

¡sin saber siquiera adónde!

¡sin saber siquiera adónde!

Perseguidos y aventados por el hambre y el terror.

Sólo hay cruces, muchas cruces,

que iluminan los obuses

con siniestro resplandor!


Las idílicas praderas

hoy son páramos sombríos

están llenas de cadáveres y sangre las riberas

de los ríos

y los hombres no son hombres, sino hienas y chacales

que se acechan desde el aire, sobre el mar en el abismo

para hundirse mutuamente con sadismo

bayonetas y puñales

entre medio de estampidos infernales

y alaridos de rencor.


Ya ha tres años que la Tierra

es el reino alucinante de la guerra

y aún azuzan los tiranos

asesinos, inhumanos,

las jaurías de la muerte, la locura y el horror.


Más, teñidas con la sangre que empapaba las fronteras

se volvieron todas rojas, todas rojas, todas rojas las banderas

y, luchando ferozmente en aquel vértigo maldito

comprendieron los soldados que era ¡Madre! Siempre el grito

que, en cien lenguas, balbuceaban todos ellos al morir.

Y pensaron, por primera vez pensaron

¿Por qué siendo tan iguales sus ternuras y amarguras,

sus penurias, sus desgracias y sus males

tal afán en destrozarse y combatir?

Y cesaron por encanto

las mortíferas jornadas

de la muerte y el espanto.

Y en el campo del horror y la matanza

se oyó un grito luminoso de esperanza

-¡Camaradas, camaradas,

ya no somos enemigos sino hermanos

¡Basta ya de asesinar y destruír!

No más penas ni cadenas,

mueran, mueran los tiranos

que nos mandan combatir!!

Y dejaron por millares las trincheras

y a su frente enarbolaron confundidas las bandera

que eran rojas, todas rojas,

todas ellas semejantes como fueron las congojas

que se vieron obligados a sufrir.


Ahora apunten a otra parte los cañones,

a los sitios bien seguros, donde estaban los mandones,

y con ellos, entre orgías y placeres, los gusanos

de la guerra, los hediondos mercaderes

asesinos y cochinos,

todos juntos, mercachifles y tiranos.

¡Cómo escapan a través de los caminos

a poner en salvaguardia sus pellejos!

Ah, cobardes, ¿Dónde estaban los alardes

que mostraban desde lejos,

cuando, nunca satisfechos, ordenaban

avanzar a todo trance o resistir?


Se ha extinguido ya el rumor de los tambores

y otra vez en las campiñas hay cosechas

y hay amores

en los parques, y hay endechas

a la vera de las rejas y dinteles

y dan flores los vergeles

mas los hombres que producen y que sueñan, previsores

aún conservan las banderas

que empaparon con la sangre derramada en las trincheras

como símbolo bendito de la Tierra sin fronteras

que atalaya el porvenir!!


3- Tragedias vulgares.



                            Portada de "Impulso" de noviembre de 1928.


En el número fechado en noviembre de 1928, dedicado al anarquista Simón Rodowitzky, condenado a prisión por tiempo indeterminado en el Presidio de Ushuaia por el asesinato del Coronel Falcón, hay otro poema de Ricardo Zabalza titulado “Tragedias vulgares”, dedicado a Álvaro Yunque, poeta del pueblo.


TRAGEDIAS VULGARES.

A Álvaro Yunque, poeta del pueblo.


Mañana triste, brisa perfumada,

la mar como un lago, deslumbrante el sol,

desborda la playa de luz y de risas,

las barcas se alejan, canta el pescador.


De pronto, a lo lejos, sombría galerna

el cielo oscurece, se ahoga la voz

del canto...las olas arrojan despojos

ay, de las barquillas que el mar sorprendió.


Noche. Entre las sombras a los pozos bajan

oscuros mineros en racimo audaz

y avanzan a tientas por las galerías

que llenan efluvios del grisú mortal.


Hay un sordo ruido, niños y mujeres

a las bocaminas alocados van,

los picos febriles remueven escombros

¡muertos y más muertos!¡todo inútil ya!


¿Qué pasa? Corramos, la gente se agolpa.

Un obrero yace de un andamio al pie

sangrando lo llevan “Sigan el trabajo”

grita el contratista, sin fijarse en él.


¡nos dejaste solos!¿Qué haremos ahora?

Gime ante el cadáver la pobre mujer.

Rezan una viejas, tres chicos sollozan

y allá en su cunita sonríe un bebé.


Decid, compañeras de mirada triste,

¿por qué vuestro rostro tan pálido está?

-La fábrica sabe, pregunta al prostíbulo,

en el conventillo te lo explicarán.


No había trabajo. Fue invierno. Estaban

sin pan nuestros hijos, sin lumbre el hogar!

Protestó con otros y me lo mataron,

ah, perros malditos, ya lo pagarán.


Así, cuántas vidas deshechas y truncas,

cuántas injusticias y cuánto dolor,

trabajo, riquezas, lágrimas del pobre,

oh qué amarga cosa para alguno sois.


4- La perdida.


                        Revista "Impulso" nro. 8. Punta Alta, enero de 1929.


En enero de 1929 aparece el número ocho de la revista. Su portada muestra una caricatura de Mussolini y Primo de Rivera con una alegoría de la muerte y el epígrafe “LA MUERTE LOS UNE”. En este número Ricardo publica un poema referido a la prostitución, tema que aparece en varios artículos de esta publicación, y que es criticado como una de las consecuencias indeseables de la pobreza económica y la miseria moral. Este poema, de cualquier modo, no carece de una fina ironía y un humor ácido.


LA PERDIDA.

Romance inmoral.


Era una linda serrana

pura, graciosa y gentil,

pero una tibia mañana

ardió en la Ley Soberana

y cayó...como otras mil.


Era rico y bien amado

el galán que la perdió;

más de aquel placer hastiado

en busca de otro cercado

a la serrana dejó.


Cuando en su vientre fecundo

hizo el amor eclosión,

lloró ante el padre iracundo

que la arrojó por el mundo

y le dio su maldición.


Fue entonces la Magdalena

de puerta en puerta a rogar

un alivio a su condena;

pero, sordos a su pena,

la invitaron a marchar.


Y aquella triste serrana

antes alegre y gentil

se fue a la ciudad cercana

e igual que una res humana

se vendió...como otras mil


el galán y una partida

de los mozos del lugar

buscaron a la “perdida”

y, por verla encarnecida,

le propusieron gozar.


Ella aceptó y, cuando presos

entre sus brazos los vio,

sabiamente, con sus besos

el “virus” de los excesos

uno a uno inoculó.


Y hoy la juventud insana

que pasó por el cubil

maldice a la cortesana

que de su aldea serrana

se vengó...como otras mil.


5- Carne de siervo.


                       Revista "Impulso" nro. 9. Punta Alta, febrero de 1929.


El número nueve de Impulso, aparecido en febrero de 1929, arranca con un portada que alude al “GLORIOSO FIN DEL RÉGIMEN FASCISTA” con una caricatura afín con el tema. En este ejemplar, Ricardo publica un poema en la página 15.


CARNE DE SIERVO”


Antes de nacer sirvió

ya de fastidio a la madre.

Y, luego, cuando nació

de carga sirvió a su padre.


Sirvió en la escuela de risa,

niño aún sirvió a un burgués,

sirvió a la patria después

que fue el servir su divisa.


De sus hombros se sirvieron

políticos y patrones

y, al servirle, lo exprimieron

los comerciantes ladrones.


Viejo ya, sirvió de estorbo

y sirvieron sus dolores

de práctica a los doctores

de un hospital negro y torvo.


Difunto, en la morgue fría,

dos cirujanos obesos,

estudiando anatomía

se sirvieron de sus huesos.


Y un estudiante burlón

hizo con él un matambre

se lo mandó a una pensión

y...¡hasta sirvió como fiambre!


6- Primero de mayo.


                        Portada de Revista "Impulso" del 1 de Mayo de 1929.

Debo aclarar que en el puñado de revistas “Impulso” que, en formato digital, tengo en mi poder, hay muchísimos artículos sin firma, redactados por alguien del staff de la publicación, que, seguramente, son obra de Ricardo Zabalza Elorga, pues se percibe en ellos su impronta socialista y contestataria. Me he remitido a compartir la obra firmada, especialmente la obra poética.

El último número de “Impulso” que tengo corresponde al primero de mayo de 1929. La portada representa una manifestación de trabajadores, con una bandera oscura y un fondo de fábricas. El texto del dibujo reza “REBELIÓN! Hijo del pueblo, te oprimen cadenas/ Y esa injusticia no puede seguir/ Si tu existencia es un mundo de penas/ antes que esclavo prefiere morir...”

Abarcando toda la página 3 encontramos la obra de Ricardo.


1ro. DE MAYO.


Cual un trueno lejano se escucha

un extraño, inquietante rumor,

es un canto que forman mil cantos,

mil clamores en sólo un clamor.


¿Por qué tiemblan los ricos magnates

al oírlo? ¿Por qué hay en su tez

ese miedo feroz que los cubre

de tan fría, mortal palidez?


¿Por qué embriagan los torpes sicarios

y los arman al pie del cañón?

Es que el canto que escuchan es canto

de protesta y de revolución.


Y las negras conciencias que hicieron

su riqueza, placer y festín

con el hambre de todos, comprenden

que esas notas predicen su fin.


Ya se agranda el rumor...ya es el himno

ronca voz de fatal tempestad,

luchadores, ¡de pie los esperan!

¡proletarios del mundo, escuchad!


Oh, vosotros, la pléyade enorme

de los parias, oh, turba infeliz

dad un día de tregua al trabajo,

levantad vuestra esclava cerviz.


Que las fábricas mudas, los campos

y las urbes sin pan y el taller

silencioso, ante el mundo proclamen

del trabajo el inmenso poder.


Ha mil siglos que os roba el tirano

el producto de vuestro sudor

y ha mil siglos que os da en recompensa

la miseria, la guerra, el dolor.


Y los nobles apóstoles vuestros

que sembraron ideas de luz

ha mil siglos también que padecen

el presidio, la horca y la cruz.


No más súplicas vanas ¡Justicia!

A la calle las turbas sin pan,

lo que nunca lograron sus manos

los rebeldes con fe, lograrán.


Y así unidos en bloque potente,

agrupados en libre hermandad,

por un mundo sin amo y sin leyes

¡proletarios hermanos: luchad!


Y el cuartel, el hospicio, el tugurio

y la cárcel y el frío hospital

se iluminan oyendo el llamado

del Primero de Mayo Inmortal.


7- Un poeta social en Punta Alta. Un poeta nuestro.


     Imprenta "La Nueva Comuna" Humberto y Urquiza de Punta Alta. En su taller       gráfico se imprimía la revista "Impulso"


En la edición de diciembre de 1928, dedicada a Rafael Barret, podemos leer una crítica literaria firmada por Zabalza. Ricardo analiza, en este caso, el libro “A cara o cruz” que le hiciera llegar el autor, su amigo, el poeta Pedro Godoy.

Pedro Godoy fue un anarquista amigo de los escritores de Boedo, autor de los poemarios “A cara o cruz”, “Vidrio de punta”, “Brocha gorda” y “Tarja”. Nació en Bolívar en 1900 y falleció en Mar del Plata en 1986. Su firma aparece en varios artículos publicados en la revista “Impulso”

Qué curioso. Todos los comentarios que Zabalza Elorga virtió sobre la obra de Pedro Godoy, valen para su propia obra: “Pequeños grandes poemas, repletos de emociones hondamente sentidas y expresadas con sencillez y sinceridad.

Y el Ricardo Zabalza Elorga obrero, auténtico, de manos callosas, rebelde y digno en su pobreza palpita en un desgarrante grito proletario y de este dolor linyera sentido en carne propia.

¡Cuán sincero y natural es ese lenguaje y qué lejos está de las sensiblerías y contorsiones líricas a que nos tienen acostumbrados la mayoría de los poetas viejos y nuevos.

Todos sus poemas son así, hondos, intensos, llenos de cuadros de una simplicidad y una veracidad impresionantes. Seguro estoy de que todos los trabajadores y compañeros que lean este ramillete de poesía pensarán, al terminar, lo que yo pensé: Al fin tenemos un poeta nuestro”.


Raúl Oscar Ifrán.


Fuentes.


Revista El ARCHIVO Nro. 15 Archivo Histórico Municipal de Punta Alta. Mayo 2006.

Las Cartas de la Memoria. Varios autores. Memoria y Libertad. Org 2019

Revista Impulso Nro 2. Centro Libertad. Imprenta La Nueva Comuna. Julio de 1928.

Revista Impulso Nro 3. Centro Libertad. Imprenta La Nueva Comuna. Agosto de 1928.

Revista Impulso Nro 5. Centro Libertad. Imprenta La Nueva COMuna. Octubre de 1928.

Revista Impulso Nro 6. Centro Libertad. Imprenta La Nueva Comuna. Noviembre de 1928.

Revista Impulso Nro 7. Centro Libertad. Imprenta La Nueva Comuna. Diciembre de 1928.

Revista Impulso Nro 8. Centro Libertad. Imprenta La Nueva Comuna. Enero de 1929.

Revista Impulso Nro 9. Centro Libertad. Imprenta La Nueva Comuna. Febrero de 1929.

Revista Impulso Nro 10. Centro Libertad. Imprenta La Nueva Comuna. Marzo de 1929.

Revista Impulso Nro 11. Centro libertad. Imprenta La Nueva Comuna. Mayo de 1929.

La generacion del sacrificio. Emilio Majuelo. Editorial Txalaparta. 2008.






viernes, 10 de enero de 2025

UNA IMAGEN ÚNICA DE CHARLES DARWIN EN PUNTA ANCLA EN SEPTIEMBRE DE 1832.

 APARICIÓN DE UNA CARICATURA DESCRIBIENDO LA RECOLECCIÓN DE FÓSILES EN PUNTA ALTA A CARGO DE DARWIN.



1- Una oferta de Sothebys.


En 2015, Sothebys, firma británica de subastas, especializada en obras de arte y objetos de colección, hizo pública la oferta de una caricatura del pintor inglés Augustus Earle con un valor estimado entre 50.000 y 70,000 libras esterlinas.

Se trataba de una hoja única de 340 por 205 mm. con una imagen pintada con acuarela y tinta sobre papel con marca de agua Whatman Mill sin fecha. Durante el siglo XIX los papeles Whatman, fabricados en Inglaterra, eran los preferidos por los artistas para pintar acuarelas, pues los consideraban, por sus características, el soporte ideal para esta técnica.

El valor estimado de la obra era muy alto considerando que la base representaba más de cincuenta mil dólares. Sin embargo, esta suma estaba harto justificada. La acuarela, por su valor histórico, bien valía esa fortuna.

Sothebys, en su anuncio original aclaraba que la hoja estaba ligeramente adherida al soporte en las cuatro esquinas y en el centro de cada uno de los bordes largos. Los márgenes de la hoja tenían algo de amarillento y sucio, pero esto no afectaba la imagen, muy fresca y con los colores firmes. Había algunas arrugas leves en las puntas, acordes con la edad del trabajo y manipulaciones anteriores, con una pequeña zona de roce en la esquina inferior derecha, justo al lado del título, donde la superficie del papel estaba desgastada ligeramente.

La acuarela tenía un desgarro cerrado, muy leve, en el centro del borde superior, sólo visible si se lo inspeccionaba de cerca. Sothebys aclaraba que no son restauradores ni conservadores profesionales y que las piezas se ofrecen y venden en el estado en que se encuentran.

La pintura estaba incluida como Lote Número 10 de la sección “Literatura inglesa, historia, libros infantiles e ilustraciones”. Su título era “Cubierta de un buque de guerra en descubrimientos o escenas interesantes en un viaje interesante” Representa a un joven Charles Darwin, en la cubierta del Beagle, rodeado de varios miembros de la tripulación, observando innumerables especímenes botánicos y mineralógicos. Sothebys databa la obra en Bahía Blanca, Argentina, el 24 de septiembre de 1832 o alrededor de esa fecha.



2- Un viaje al origen de las especies.


Acuarela con autorretrato de Augustus Earle en 1833, ya enfermo, observando el mar a la espera de ver aparecer un barco.


Augustus Earle fue un pintor británico (01/06/1793- 10/12/1838) reconocido por sus diversos viajes alrededor del mundo. Sus obras pictóricas testimoniaron estos viajes y constituyen un valioso legado histórico.

El 28 de octubre de 1831 fue contratado por el capitán Robert Fitz Roy como artista supernumerario con víveres en el segundo viaje del HMS Beagle a Sudamérica. Trabajó como dibujante y topógrafo. Entabló amistad con Charles Darwin. En Brasil compartieron una cabaña en Botafogo, cerca de Río de Janeiro. En 1832 fue testigo de los grandes hallazgos fósiles de Darwin en las colinas de Punta Alta.

La caricatura que realizó en septiembre de 1832 es el único registro gráfico de la actividad paleontológica del autor de la teoría del Origen de las Especies en nuestras tierras. A fines de 1833, razones de salud obligaron a Earle a abandonar el Beagle y regresar a Inglaterra.



3- Una imagen festiva para divertimento de la tripulación.


                          Primer plano de Darwin en la caricatura de Earle.


Se especula que la acuarela fue pintada para entretener a la tripulación y poner una nota de humor en una convivencia que no siempre era cordial o amable. No se incluyó en los registros oficiales de la expedición y desapareció de la vista del público hasta la actualidad, en que surge de manos de un coleccionista privado y llega a Sothebys para ser subastada.

La caricatura representa a un grupo de once personas, perfectamente reconocibles en la tripulación del Beagle, sobre la cubierta del barco, en medio de una numerosa cantidad de piezas fósiles, plantas y animales y, cada una, con un globo de diálogo y un comentario jocoso referido a la situación.

La especialista de arte Hannah Furness, al describir la obra, comenta que se trata de Charles Darwin a bordo del Beagle, pintado frente a la costa de Argentina el 24 de septiembre de 1832.

Los personajes, de izquierda a derecha del cuadro son:

Un marinero con un rifle en su diestra, su cabbag box (caja de repollos) a la espalda y unas piezas animales en su mano izquierda. Dice:”He matado un espécimen de mono volador, disparé a tres especímenes de gansos y estuve muy cerca de ser bostezado por un gran oso”

Es evidente que Darwin había incorporado la palabra “espécimen” al vocabulario del Beagle y, aquí, Earle lo utilizaba como una gracia.

A continuación, un guardiamarina toma el rumbo con un sextante mientras exclama: “He enviado el telescopio largo, ya ahora, señor”

Según el libro “La segunda expedición hidrográfica inglesa al confín austral americano (1831-1834)” de Rodolfo R. Poletti Formosa, cinco guardiamarinas zarparon con el Beagle en el viaje del que formaron parte Darwin y Earle.

Le sigue un tripulante con gorra, cargando sacos de muestras geológicas con intención de entregárselos a Fitz Roy. “Quítate de mi camino” vocifera “Tengo especímenes para el capitán”

Los sacos están rotulados. En primer plano se aprecian los rótulos de “caliza” y “granate”. El granate es una especie de silicio que se encuentra en los estratos de nuestra región.

Luego fue caricaturizado un oficial usando una brújula prismática, leyendo, posiblemente, latitudes y longitudes.

Otro oficial de notables bigotes laterales fue representado caminando y quejándose ante el capitán de este modo: ”No hay cosa tal como caminar por la cubierta entre todos estos malditos especímenes. Ojalá estuviera en Dover”

Se trataría del primer teniente John Clements Wickham, segundo comandante, quien fue registrado haciendo comentarios de este tipo en contra de las incursiones de recolección de Darwin. Henrietta Darwin escribió que su padre le había comentado cómo Wickham, un oficial muy ordenado y escrupuloso, murmuraba al ver la cubierta del barco abarrotada de huesos, plantas e insectos “Si fuera por mí, todo tu maldito desastre sería arrojado por la borda, y tú después de él, viejo papamoscas”

De espaldas, el capitán Robert Fitz Roy discutiendo especies geológicas con ardoroso entusiasmo, manifestando “Es ciertamente algo nuevo. No puede ser actenalita. Puede ser shorelite. Creo que es tremalita”

Su representación, algo distante y de espaldas, reconocible apenas por su capote y las charreteras, evita cualquier interpretación de burla hacia su jerarquía.

Junto a él, un suboficial, posiblemente el cirujano del barco, Benjamín Bynoe, sosteniendo un gran repollo, con la cabeza inclinada hacia una muestra sobre la que Darwin se está explayando dice “Consultaré mi libro cuando baje” Parece que no termina de entender los comentarios del científico.

Charles Darwin, muy alto, con una ceja prominente, de levita y galera, tiene un insecto en su mano y lo describe de la siguiente manera: “Observe que sus patas son largas y sus palpos están fuertemente dentados en sus lados internos. Creo que todo el insecto parece de color marrón castaño oscuro con un tono amarillento en el abdomen. Su historia es poco conocida pero no cabe duda que fue de naturaleza depredadora ¿Qué piensa usted, señor?”

Bynoe, en su carácter de suboficial, recibía el tratamiento de “señor”. Bynoe se incorporó al Beagle en 1832, en reemplazo del cirujano Robert Mc Cormick, dado de baja por mal elemento. Binoe era naturalista. Las plantas en su mano y a sus pies refuerzan esta condición. Recolectaba vegetales para su uso a bordo como escorbúticos.

La vestimenta tan formal de Darwin se debe a que los hombres de rango social equivalente al de los oficiales de la marina británica debían lucir como caballeros cuando desembarcaban durante sus viajes.

Aparece luego otro marinero, saludando con un gesto de su mano derecha en el ala del sombrero y acarreando una palmera de repollo con el siguiente diálogo “Señor E..., el señor me pidió que le trajera este espécimen”

Hannah Furness especula que Mr. E... puede tratarse del mismísmo Augustus Earle, que, según ella, sería el único tripulante del Beagle tratado de ese modo.

La escena prosigue con un marinero que lleva un trípode, un martillo, un botellón de ron y una caja con la etiqueta “200 guinea theod(olite)” En su globo manifiesta “La expedición a Egipto fue una tontería” refiriéndose irónicamente a la Batalla del Nilo de Nelson y la posterior expedición a Egipto.

Cierra el cuadro un marinero que trae el sombrero lleno de caracolas marinas diciendo “Lo menos que puedo conseguir por esto es un traguito”

Otros detalles de la acuarela son los huesos a los pies de Darwin, etiquetados como “Fósiles”, Os Fémoris” y “Tusk 4003 BC”. Earle, premeditadamente, incluyó finas ironías sobre las creencias religiosas de la época en beligerancia con la ciencia. También, en el extremo izquierdo, hay lugar para el gato, mascota del Beagle, olisqueando las aves y el mono volador cazado por el primer marinero.


3- Consideraciones finales sobre el lugar donde se pintó la escena.


        Plano de nuestras costas realizado por el capitán Fitz Roy. Fuente: Archivo              Histórico Municipal de Punta Alta.


La sorpresiva aparición de esta acuarela en 2015 fue una verdadera sensación. No existen testimonios gráficos de Darwin y su notable trabajo en el vasto derrotero del Beagle. Menos aún, de sus descubrimientos de fósiles en las barrancas de Punta Alta.

Comprobada su legitimidad y calculada la fecha de realización, se la ubicó en Bahía Blanca el 24 de septiembre de 1832. La autoría de Earle es “presunta” ya que no existe firma. Sin embargo, es posible que esta obra fuera la base de otros cuadros pintados por el artista con el mismo espíritu y tema: la tripulación de los barcos británicos en sus largos viajes por el mundo.

Apenas conocida la noticia de la existencia de este testimonio, el diario La Nueva Provincia se hizo eco de la misma. Y está bien. Punta Alta no existía. Era, apenas, el nombre de un accidente geográfico en medio del desierto desde el cual se podía avisorar todo el estuario de la bahía. Hay un minucioso mapa de nuestra región, elaborado por Fitz Roy donde aparecen los nombres de Colina Doble, Arroyo Pareja, Punta Alta y Punta Ancla, entre otros.

En el libro “Charles Darwin’s diary of the voyage of H.M.S Beagle” en las fechas correspondientes a la hechura de la acuarela, Darwin nos relata:

1832. Septiembre 22. Tuve un crucero muy agradable por la bahía con el capitán y Sulivan. Estuvimos un tiempo en Punta Alta a unas diez millas del barco, allí encontré unas rocas. Estas son las primeras que veo y son muy interesantes porque contienen numerosos caparazones y huesos de animales grandes. El día estaba perfectamente calmo; el agua tranquila y el cielo estaban indistintamente separados por la cinta de los bancos de barro: el conjunto formaba un cuadro nada pintoresco. Es una lástima que un tiempo tan brillante y claro se desperdicie en un país donde la mitad de sus encantos no aparecen. Subimos a bordo justo a tiempo para escapar de una fuerte tormenta y lluvia”

En esta entrada de su diario de viaje, Darwin nos habla de su llegada a Punta Alta. El Beagle, según su anotación, estaba anclado a unos 16 kilómetros de distancia. Se especula que, para no arriesgarse entre los numerosos bancos de la ría, quedó atracado en Punta Ancla.

Habla de un crucero agradable por la bahía con el capitán y el oficial de cubierta, teniente Bartholomew James Sulivan. Seguramente, embarcados en alguna de las dos goletas que Fitz Roy, a principios de ese mes de septiembre, alquiló al señor James Harris, ciudadano inglés afincado en Carmen de Patagones. Fitz Roy pagó por este servicio mil cien libras de su propio bolsillo.

1832. Septiembre 23. Domingo. Se envió un grupo numeroso a pescar en un arroyo a unas 8 millas de distancia. Se capturó una gran cantidad de peces. Caminé hasta Punta Alta para buscar fósiles y, para mi gran alegría, encontré la cabeza de un animal grande, incrustada en una roca blanda. Me tomó casi tres horas sacarlo. Hasta donde puedo juzgar, está emparentado con el rinoceronte. No lo subí a bordo hasta algunas horas después de que oscureciera”

Siempre con la fecha de la caricatura en mente, el día 23 de septiembre de 1832, Darwin continuaba trabajando en suelo puntaltense y, el Beagle, anclado en un lugar relativamente próximo que, calculamos, seguía siendo Punta Ancla. Notamos que Darwin recogía fósiles y por las noches regresaba al barco. Era lógico que se estuviera moviendo entre distancias pequeñas.

1832. Septiembre 24. Empleado en empaquetar cuidadosamente las piezas de ayer. Por la mañana llegó una de las goletas y se espera que llegue la otra en breve. Han tenido un paso muy malo de 6 días. El señor Rowlet trae un excelente relato de Río Negro. Nada podía superar la civilidad del gobernador y de los habitantes. Esto se hizo aún más sorprendente por el contraste de nuestra recepción en el fuerte de Bahía Blanca”

Darwin confirma el uso de las goletas “Paz” y “Liebre” para los movimientos de cabotaje. El señor Rowlet era el contador del Beagle. Falleció en 1834, en alta mar. Es coherente el relato escrito por Darwin con la imagen pintada por Earle: empaquetando las piezas obtenidas en Punta Alta, desperdigadas sobre la cubierta del Beagle.

1832. Septiembre 25. La goleta ha sido llevada al arroyo. El señor Wickham y un grupo de hombres han levantado tiendas de campaña en la costa y viven allí durante la reparación del barco. Acompañé al pequeño asentamiento y mientras armaban las carpas caminé hasta Punta Alta y de nuevo obtuve varios fósiles. Me acerqué bastante a un avestruz en su nido, pero no lo vi hasta que se levantó y estiró sus largas patas a través del campo”

Fitz Roy tenía la misión de relevar el estuario de la Bahía Blanca por órdenes del Almirantazgo. Por ello, desde principios de septiembre de 1832, el Beagle permaneció 45 días fondeado en Punta Ancla, frente a las costas del actual partido de Coronel Rosales.

Charles Darwin realizó, en nuestro suelo, los descubrimientos que dieron pie a la teoría del Origen de las Especies y la selección natural, y el pintor Augustus Earle, muy amigo de Darwin, una tarde de primavera en el hemisferio sur, pintó como divertimento de la tripulación del Beagle, una caricatura que, en grandes trazos, describe personajes y el espíritu de una época de grandes misiones y desafíos.

Una tarde de primavera en Punta Ancla, partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales.


"Servicio Divino en alta mar" Un cuadro de Augustus Earle con una dinámica muy parecida a la de la caricatura realizada en Punta Ancla en 1832.

Raúl Oscar Ifrán.


Fuentes.


Archivo Histórico Municipal de Punta Alta.

www.sothebys.com "Retrato de grupo en caricatura a bordo del H.M.S. Beagle"

www.darwinproyect.ac.uk "Augustus Earle. Dibujo caricaturesco"

www.20minutos.es "Identifican una acuarela como la única imagen de Darwin a bordo del Beagle"

www.whyevolutionestrue.com "Obra única: Darwin en el Beagle pintado durante el viaje"

Voyagedarwinbeagle.blogspot "1832. Una caricatura de la tripulación del H.M.S. Beagle"

www.romanticillustration.com "Image of the month: caricature of Darwin and the crew of the Beagle"

London Art Fair: Charles Darwin. Acuarela pintada en el barco Beagle descubierta.

Wikimedia commons "File: Augustus Earle (presumed) Quarter Deck of a Man of War on diskivery (sic) or interesting scenes of an interesting voyage"

Charles Darwin’s diary of the voyage of H.M.S. Beagle. Edited from the MS Nora Barlow. New York The Mc Millian Company. Cambridge England at the University Press 1984.

La Nueva Provincia del 05/12/2015 "La única imagen del naturalista Darwin a bordo del Beagle se pintó en Bahía Blanca.

La Segunda Expedición Hidrográfica Inglesa al Confín Austral Americano (1831-1834) Rodolfo R. Poletti Formosa. Instituto de Publicaciones Navales. 1982